«Barcelona se libera de los bloques de hormigón». Así de entusiasta se muestra el Ayuntamiento, que últimamente ha retirado 25 terrazas formadas con bloques de hormigón sobre la calzada en el Eixample, el distrito con más terrazas de la ciudad. En estos momentos solo quedan dos que, según apunta el consistorio, se acabarán de retirar a inicios del año que viene. El Ayuntamiento remarca que estas terrazas eran «casos puntuales» en que se habían presentado recursos y, por lo tanto, no se habían podido retirar en abril, cuando el consistorio fulminó una gran mayoría.
En todo caso, la retirada de los bloques de hormigón no implica la retirada en sí de las terrazas. La prioridad del Ayuntamiento es que estas terrazas pasen a ser estables «para dar continuidad a la actividad económica que generan». Muchas terrazas provisionales han pasado a ser definitivas gracias a un mueble-plataforma «accesible, homologado y seguro». Esta nueva plataforma, dice el Ayuntamiento, permite equilibrar la estética de las terrazas y mejorar «la ensambladura con el paisaje urbano». En el Eixample ya se han consolidado 346 terrazas provisionales con este nuevo método. Se han denegado 622. Por ahora, el Eixample es el distrito que ha consolidado más, seguido de Sarrià-Sant Gervasi (156), Sants-Montjuïc (147) y Sant Martí (145).
El Ayuntamiento no solo ha dado luz verde a las terrazas situadas durante la época de la covid a la calzada, sino que también ha aprobado otros que se han situado a la acera. Respecto a este segundo punto, el Ayuntamiento recuerda que la consolidación «se ha condicionado al cumplimiento de todos los requisitos de accesibilidad y espacio público establecidos por la ordenanza de terrazas». Ordenanza que ha cambiado este año después del acuerdo entre el gobierno y TriasxBCN.
La Favb, crítica con las nuevas terrazas
La Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (Favb) considera que la medida beneficia el sector de la restauración, pero que a la larga condicionará la vida de los vecinos. En este sentido, la federación recuerda los conflictos de ruido que se han generado últimamente en algunas calles con bastantes bares y lamenta –así lo dijo después de la nueva regulación pactada entre BComú, PSC y BCN por el Cambio (partido de Manuel Valls)– que se haga un cambio «por la puerta trasera». El marzo pasado, la entidad denunció que en los últimos 13 años se ha duplicado el número de licencias, de 3.535 en 2010 a 6.501 este 2023.
