Los trabajadores de la limpieza podrán hacer pausas de hidratación cada hora durante olas de calor como la que se ha vivido los últimos días en Barcelona. Esta es solo una de las medidas que el Ayuntamiento ha acordado con las cuatro empresas subcontratadas que prestan este servicio municipal a raíz del caso de la empleada que perdió la vida el sábado tras encontrarse mal durante su jornada laboral. En una rueda de prensa después de la reunión con las compañías y el comité de empresa, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha explicado que se ha pactado unificar los protocolos de las diferentes concesionarias, incorporando las mejores prácticas de cada una de ellas para elevar la prevención de riesgos «al máximo nivel».
Entre las diferentes novedades que esto implica, los miembros de la plantilla podrán hacer descansos de cinco minutos cada hora en episodios de fuerte calor durante la franja de mayor insolación, que va desde las once hasta las cinco de la tarde. Estas pausas se sumarán a los 20 minutos que ya tienen estipulados durante cada uno de los turnos. También se entregará a todo el personal una botella isotérmica de un litro, se reforzará la formación a los trabajadores sobre cómo actuar cuando se producen olas de calor y se modificarán los recorridos para que los operarios pasen por las zonas con más sombra durante las horas de mayor insolación.
Hasta ahora el protocolo del consistorio preveía una serie de medidas que se aplicaban automáticamente cuando las temperaturas superaban los 37 grados. Con este acuerdo con las compañías, esto cambia y las medidas ya se aplicarán a partir de los 34 grados, es decir, con alerta amarilla. En caso de activarse la alerta roja por calor extremo, cuando se superan los 40 grados, el ejecutivo ha anunciado que se ha pactado la posibilidad de suspender el recorrido de todos aquellos empleados que vayan a pie durante las horas de máxima insolación. En paralelo, Bonet ha señalado que trabajarán para poder actualizar con aún más frecuencia los protocolos y que reforzarán la vigilancia de la salud de las diferentes plantillas, «adaptando los puestos de trabajo cuando sea necesario«. Una de las medidas que se está estudiando es el cambio de la ropa que utilizan los trabajadores, un tejido que desde hace tiempo arrastra muchas críticas por parte de la plantilla. Así lo explicaban algunos de los afectados en este reportaje publicado este martes en TOT Barcelona, donde enumeraban otras deficiencias como la falta de aire acondicionado en los vehículos o la necesidad de comprarse los mismos empleados botellas de agua durante el recorrido.
Retroceso municipal
Cabe recordar que la muerte de la trabajadora en plena ola de calor ha abierto la caja de los truenos en el Ayuntamiento. Tras la presión de varios grupos municipales como ERC, los Comuns y Junts, el alcalde convocaba a todas las empresas que gestionan el servicio de limpieza a esta reunión para revisar los protocolos laborales durante jornadas de calor extremo como las que se han vivido este mes de junio, el más cálido en la ciudad desde que se tienen registros.
El movimiento del socialista venía precedido del retroceso protagonizado este lunes tras la comparecencia del director del servicio de Limpieza y Recogida de Residuos del Ayuntamiento, Carlos Vázquez, que afirmó que la compañía donde trabajaba la empleada fallecida cumplía todos los protocolos y descartaba abrir una investigación. A última hora de la noche, el consistorio publicaba un comunicado en el cual rectificaba y anunciaba la apertura de un expediente informativo para “esclarecer las circunstancias” en las cuales se produjo la muerte, despertando múltiples críticas de la oposición por la gestión de la crisis.




