El barrio del Raval ha vivido una nueva apertura comercial. Se trata de UAO!, un establecimiento situado en la calle de Maria Aurèlia Capmany, 15, dedicado a la ropa económica de segunda mano. “Hemos apostado por el Raval porque es un barrio con mucha oferta, una gran comunidad de vecinos interesados y gente que quiere dar una segunda vida a la ropa sin gastarse un salario entero”, explica Davide Matera, impulsor de la tienda.
Es una pieza más de un ecosistema muy particular que ha elegido este barrio de Ciutat Vella, donde la moda sostenible y vintage es un atractivo comercial potente. Tiendas únicas, mercados y talleres impulsan un modelo de consumo responsable que atrae cada vez a más vecinos y visitantes. Ante la crisis ecológica, económica y social, se ha convertido en una respuesta imprescindible. Y el Raval da respuesta, donde cada vez hay más establecimientos, consumidores conscientes y proyectos creativos que demuestran que se puede consumir de otra manera.
“Comprar de segunda mano en el Raval es reducir el impacto ambiental, alargar la vida de las prendas y apoyar a proyectos locales que trabajan con pasión y compromiso”, recuerda Jordi Borda, gerente de l’Eix Comercial del Raval. Tiendas y talleres liderados por emprendedores con personalidad propia están transformando la manera de vestir y de consumir, ofreciendo una alternativa al fast fashion y apostando por la proximidad y la creatividad.

Una oferta variada y con historia
Los establecimientos del Raval recuperan estéticas de los 70, 80, 90 e incluso del estilo Y2K. Aranya Barcelona (C/Riera Baixa, 11) y Nerve Vintage (C/Peu de la Creu, 28) son algunos de los referentes, junto con Ecometas (C/Lluna, 1), especializada en ropa interior ecológica y tejidos naturales, o Novedades (C/Peu de la Creu, 24), que diseña piezas únicas a mano. También destaca Fauzia Ropa (C/Sant Pau, 41), que abre una ventana a culturas de todo el mundo.
Santi Aranya, pionero del sector y responsable de Aranya Barcelona, recuerda que Riera Baixa “fue la primera calle con moda vintage de Barcelona”. Su tienda es conocida como una auténtica “cueva de Alí Babá” llena de piezas únicas de los años 80, 90 y 2000, y de creaciones propias hechas en el mismo barrio.