El antiguo bar Versalles, un icono del barrio de Sant Andreu, se prepara para reabrir como restaurante a finales de esta semana. Según ha podido saber el TOT Barcelona, la idea del nuevo propietario es abrir el viernes -si los detalles del local estuvieran listos- o el sábado. El nuevo restaurante, rebautizado como Madurada Petit Versailles, ya ha anunciado en las redes sociales la apertura inminente en Sant Andreu y una decena de operarios trabajan contrarreloj para adaptar el mobiliario del espacio, que presentará una imagen completamente renovada. El nuevo Versalles ha eliminado la barra de bar que los antiguos propietarios habían situado en el centro y ha instalado un mobiliario con elementos que inspiran a la naturaleza. El restaurante, que en los últimos días ha retirado los vinilos que cubrían el interior, será una brasería.
La Madurada del barrio de Sant Andreu es el segundo restaurante bajo este nombre que el empresario catalán Ferran Ballús abre en Barcelona. En 2023 abrió el primer establecimiento de este estilo en Horta y también cuenta con el Carnal, en la calle de Enric Granados. La idea del grupo es ahora mantener vivo “de alguna manera” el Versalles en el establecimiento de la plaza andreuenca del Comerç. En una conversación con La Vanguardia, Ballús adelantó el pasado verano que mantendría “algunos de los elementos icónicos” de este local histórico.

Meses cerrado
La apertura del restaurante deja atrás meses de cierre, después de que el anterior propietario bajara la persiana el 31 de mayo por el alto coste del alquiler y con críticas de los vecinos por haber alejado el bar –según decían los más fieles– de las entidades y vecinos del barrio. Los meses que ha estado cerrado, la fachada del antiguo Versalles se ha despertado más de un día con pintadas que recordaban el sentido “popular” del recinto y pedían que el establecimiento no quedara en manos de grandes cadenas.
El Versalles era un icono del barrio y los meses de espera han generado intriga. La familia Heredero hizo grande y popular el negocio, que las últimas décadas había pasado por diferentes manos. Diferentes modelos pero siempre como bar. Ahora, después de los éxitos de Ballús en Horta y Enric Granados, el establecimiento abre una nueva etapa como restaurante. El establecimiento cambia de registro, pero mantendrá, eso sí, guiños al bar icónico. Entre ellos, el nombre, que incorpora la primera nomenclatura que tuvo el negocio. Noticias de 1921 hablan del Le Petit Versailles, un nombre que la dictadura obligó a castellanizar.
