El apagón general que dejó sin luz a Barcelona este lunes supuso un gran trastorno para muchos barceloneses. Otros, sin embargo, también encontraron una pequeña oportunidad de negocio. Teniendo en cuenta que la electricidad e internet fueron un espejismo durante más de ocho horas -en algunos casos, incluso más-, las radios convencionales, a pilas, se convirtieron en los bienes más preciados para la sociedad catalana. «Nosotros lo hemos vendido todo [en referencia a las radios]. Hoy ya no nos queda ni una», exclama Marta, que trabaja en la tienda La General de Electrodomésticos, situada en el número 75 de la calle de Vallespir, en el barrio de Les Corts, en conversación con TOT Barcelona. En el escaparate del comercio, la estantería donde habitualmente tienen ubicadas las radios está completamente vacía: «Solo nos queda la que necesita un USB para funcionar, porque ayer no tenía mucho sentido para la gente», ironiza la vendedora.
Lo mismo ocurrió en la tienda Peinado, también de electrodomésticos, situada unas pocas calles más arriba, en el número 139 de la calle de Joan Güell. Isabel, una de las vendedoras que este martes ha reabierto el comercio, explica que ayer vendieron muchas radios y muchas pilas, pero se vieron obligados a bajar la persiana al mediodía: «Ya no nos funcionaban los datáfonos, teníamos que bajar las persianas…», detalla. Aunque estuvieron pocas horas abiertos, sin embargo, vendieron muchos de estos productos. «Y hoy seguimos vendiendo muchos», asegura su compañera, que acaba de cobrar una radio convencional a una señora que se ha acercado al comercio del barrio de Les Corts para no quedarse sin ella. La tienda Peinado bajó la persiana al mediodía, pero la clientela del local asegura que, durante toda la tarde, se formaron largas colas en el barrio en busca de pilas, velas y radios: «Ayer con una radio eras Dios», exclama Isabel.

Un nuevo frente de negocio
Quien ayer no tuvo tanta suerte fue Núria, de la tienda Paciencia Informática, situada en el número 120 de la calle de Vallespir: «Vendí muchas pilas y muchos cargadores de teléfonos, pero yo no tenía radios«, explica en conversación con este diario. El apagón generalizado de este lunes, sin embargo, les ha hecho replantearse el stock que deben tener siempre en la tienda en caso de que vuelva a producirse una incidencia de esta magnitud -similar a lo que ya ocurrió en el verano de 2007: «Compraremos radios seguro. El problema es que ahora no hay», lamenta la vendedora. A pesar de la incertidumbre y el desconcierto que se vivió en Barcelona durante horas, los comercios de electrodomésticos encontraron una pequeña brecha para hacer su agosto.
Este martes, casi veinticuatro horas después del inicio del parón, los comercios del centro de la capital catalana ya comienzan a recuperar también la normalidad. Los establecimientos de calles comerciales como Pelai, la Rambla, Portaferrissa y el Portal de l’Àngel, tal como también ha ocurrido en otros puntos de la ciudad, han podido levantar la persiana sin problemas y sin incidencias técnicas: «Esperamos que las ventas sean muy buenas hoy. Ayer fue una mañana muy buena en ventas y justo cuando estábamos en el mejor momento es cuando todo comenzó«, explica a la Agència Catalana de Notícies (ACN) en Roberto, el responsable de la zapatería Besson de la calle de Pelai. Los comerciantes coinciden en que uno de los aspectos que les generó más preocupación a lo largo del día del apagón de ayer fue poder bajar la persiana de sus comercios, ya que muchas de ellas están automatizadas. Este martes, sin embargo, parece que todo ha vuelto a la normalidad.
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