Una histórica droguería del Raval, la Gomara de la calle Xuclà 25, se convertirá en una tienda de cerámica, ha confirmado el Ayuntamiento de Barcelona. La droguería, que está preservada en el ámbito patrimonial, cerró a finales de abril de 2022, después de más de ciento treinta años al barrio. Muy cerca de la droguería, en la calle Xuclà 19, estaba la Olla Framir, una tienda emblemática, especializada en legumbres crudas y cocidos y platos para llevarse, que bajó la persiana en enero de 2021. Ahora, todo el edificio donde era el establecimiento se está rehabilitando, y, en un futuro, el local de la Olla Framir tendrá una nueva actividad comercial, todavía por determinar.
Sobre la antigua droguería Gomara, las fuentes municipales consultadas explican que el distrito de Ciutat Vella ha concedido una licencia de obras, y ahora mismo está en pleno proceso de reforma para destinar el local en una tienda de cerámica. El proyecto aprobado contempla «la conservación y restauración de todos los elementos protegidos que mantendrán el recuerdo de la actividad histórica. Se restaura el mobiliario interior, los azulejos, las fachadas, el escudo de la esquina con el nombre de «DROGUERÍA GOMARA» y los letreros originales, que se encontraban ocultos bajo otros más recientes», detalla el consistorio al TOT Barcelona.
Viviendas y locales comerciales en la Olla Framir
En cuanto a la Olla Framir, un grupo inversor compró todo el edificio y ahora está haciendo una rehabilitación integral para destinarlo a viviendas y locales comerciales. Hasta que finalicen las obras y se disponga de la licencia de primera ocupación, no podrán iniciar ninguna actividad a los locales, subraya el Ayuntamiento. Cuando el establecimiento cerró, algunos vecinos denunciaron que temían que se hicieran pisos turísticos, pero en Ciutat Vella la normativa prohíbe abrir nuevas viviendas de uso turístico, confirma el consistorio.
La droguería Gomara anunció que cerraba en abril de 2022. El motivo fue que el precio del alquiler se dobló, explicó entonces Eduard Elias, amo de Elias Decoració, la empresa que encabezaba el negocio. El establecimiento bajó la persiana con cerca de 130 años de historia. De hecho, la droguería Gomara forma parte del catálogo del patrimonio arquitectónico, histórico-artístico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de Barcelona, elaborado por el Ayuntamiento en 2016. El local se encuentra en la categoría E2, establecimientos de interés.
Si bien la tradición oral dice que el comercio abrió el 1883, la primera referencia del establecimiento data de 1894 al Anuario del Comercio. Según la página web de la ruta de establecimientos emblemáticos, el propietario era Francisco Morraja y la tienda constaba en sus inicios como ultramarinos. Después de la muerte de Morraja, en 1911, el local se divide. La viuda de Morraja se quedó la parte que daba en la calle de Elisabets 1, y Manuel Serra, la parte del negocio con acceso desde Xuclà 25. Al mismo anuario, en 1921, se llama que el establecimiento se dedicaba a la venta de comestibles.
La primera referencia de la droguería Gomara es de 1936, a pesar de que la actividad podría haber empezado antes. El web de la ruta de establecimientos emblemáticos explica que la mención de la tienda es al listín telefónico de Cataluña de 1936 con el teléfono 23554. El año 2008 se hizo cargo de la droguería Elias Decoració, que estuvo al frente del negocio hasta el cierre el 30 de abril de 2022. La empresa fue fundada en 1940 y se dedica a la venta de productos de pintura y droguería.
La Olla Framir, de las legumbres a comida para llevar
La Olla Framir cerró incluso antes que la droguería. Fue el 31 de enero de 2021. Inicialmente, vendía legumbres crudas y cocidos y con el paso del tiempo despachaba también comer casero para llevarse. Detrás de los fogones estuvo durando cerca de medio siglo Mari Carme Miró. La clausura de la Olla Framir fue debida al hecho que un grupo inversor compró toda la finca, que ahora se está rehabilitando.
Cuando la tienda cerró, el regidor de Ciutat Vella de Barcelona en Comú, Jordi Rabassa, acusó a la nueva propiedad de querer solo especular y pidió «una regulación real y efectiva de los locales comerciales». La familia de la Mari Carme cogió el establecimiento hacia los años setenta y en aquella época ya hacía décadas que la Olla Framir funcionaba en el barrio del Raval. Probablemente, se trataba de un comercio centenario, explicó a
