Desde la entrada en vigor de la Zona de Mercado Residencial Tenso, los precios de los nuevos alquileres en Barcelona han bajado estos primeros meses de 2025 un 6,4% respecto a la comparación del primer y el cuarto trimestre de 2024 y un 5,1% si lo comparamos con 2023. Esta contención de precios, según datos difundidos por el Ayuntamiento de Barcelona, certifican una parada de la escalada de precios de los últimos diez años (2013-2023), donde se había incrementado hasta un 68% el precio medio de los alquileres. El precio medio del alquiler en la capital de Cataluña continúa en niveles no asumibles para todos: 1.147 euros, pero esto no detiene la demanda. De hecho, un estudio del portal inmobiliario Idealista ha contabilizado en las grandes ciudades cuánto tiempo duran los pisos puestos en alquiler hasta que encuentran un inquilino.
Y en Barcelona, dos de cada diez pisos (un 18%) salen del mercado antes de 24 horas. La media estatal, según el informe, se encuentra en el 14%. Ahora bien, Barcelona está lejos de la ciudad donde los pisos de alquiler se ocupan más rápido. Es Girona. Aquí el 47% de los pisos que estaban para alquilar a través del portal Idealista – una muestra muy significativa del mercado de alquiler – encontraron inquilino en menos de 24 horas, lo que demuestra la alta demanda de estos pisos en esta ciudad. En segundo lugar, hay otra ciudad catalana, Lleida, donde este fenómeno ocurre en el 36% de los pisos que se encuentran disponibles para el alquiler. Si nos fijamos en datos del conjunto del Área Metropolitana, el porcentaje sube hasta el 22% de los pisos que encuentran inquilino en menos de un día.
Los precios de venta, disparados
En cambio, el mercado de la compraventa no se contiene, al contrario, los precios se han disparado en una década. En 2012, el precio medio de venta de una vivienda era de 202.903 euros, y 2024 se ha cerrado con una media de 314.145 euros, según los últimos datos del Ayuntamiento de Barcelona. También se dan datos sobre el perfil del comprador de viviendas, que en un 83,2% de los casos es una persona física. Y en cuanto al origen de los nuevos propietarios, el 92% de las transacciones fueron rubricadas por personas nacidas en el Estado español.
