El Observatorio de los Barrios del Poblenou alerta que el 42% de las oficinas del 22@ están vacías. Una cifra que podría aumentar al 53% en los próximos años si los edificios que se están construyendo ahora también quedan vacíos. Para la entidad, estas cifras muestran que el 22@ es un modelo «de fracaso» porque «la creciente construcción de oficinas ha desembocado en un exceso de stock«.

Desde el Observatorio recuerdan que «el vecindario hace años que señala las consecuencias negativas de este plan urbanístico» y reafirman que el objetivo del 22@ siempre ha sido «obtener salvajes plusvalías económicas» que benefician a unos pocos «a expensas de desmantelar y especular con nuestro barrio».

Trabajadores en oficinas del 22@ del Poblenou de Barcelona / Vicente Zambrano González
Trabajadores en oficinas del 22@ del Poblenou de Barcelona / Vicente Zambrano (Ayuntamiento)

Tres motivos explican el aumento de oficinas vacías

Hay diferentes motivos que explican el alto número de espacios vacíos que congrega esta zona del Poblenou, que originalmente pretendía ser lo «Silicon Valley» catalán. Albert València, miembro del observatorio, explica tres de ellos: el aumento del teletrabajo, dice, es una «hecatombe total» para todas las ciudades con grandes sedes empresariales, pero no es la única explicación que se esconde detrás del retroceso empresarial del 22@.

«Inicialmente, se edificaba para alquilar. Pero ahora ya no, les es más rentable tener el dinero en un edificio vacío que en el banco y esto lleva algunas empresas a invertir en el 22@ aunque saquen un rendimiento económico muy bajo de la inversión», explica el activista al TOT Barcelona. El arquitecto, también urbanista, todavía cree que hay un tercer argumento que explica el alto número de inmuebles vacíos. «Ha habido un exceso de optimismo y actualmente hay mucha más oferta que demanda«, dice València, que mantiene que «necesitaríamos el traslado de todas las empresas de Cataluña para llenar el 22@».

Solo una tercera parte construida

El Plan del 22@ iniciado en el año 2000 pretendía transformar una extensa área industrial del Poblenou en una zona de oficinas vinculadas a la economía del conocimiento. Veintitrés años después, solo se ha desarrollado el 31% del proyecto. «Si no hay empresas para asumir el 31% del espacio, imagínate cuando esté todo construido», dice València, que critica la oportunidad perdida para crear más vivienda social. Después de años de negociación, los vecinos de la zona consiguieron cambiar el plan urbanístico para que el peso de la vivienda social sea más grande. Desde 2022, por cada siete edificios de oficinas que se creen nuevos, tres tendrán que ser viviendas asequibles. Una ratio 70-30 que no convence del todo a la gente del Observatorio, pero que ven como un «mal menor».

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