El Pleno de Barcelona ha aprobado el acuerdo para la nueva tasa de terrazas. Un pacto gestado entre los grupos que lideran Jaume Collboni y Xavier Trias y que ha salido adelante con los apoyos de ambos grupos, PP y VOX, y el voto contrario de Comunes y ERC. El impuesto a las terrazas aprobado implica una disminución de los importes que el mismo ejecutivo había pactado con el gremio de restauración y supone dejar atrás el aumento significativo firmado en 2019, que nunca se ha llegado a aplicar por la excepcionalidad de la pandemia.
La nueva tasa incorpora una escala progresiva según el número de mesas que se usan, uno de los elementos que más ha querido destacar el teniente de economía, Jordi Valls. Quién más espacio público utiliza, más paga. La principal novedad del acuerdo entre el gobierno municipal y TriasxBCN, respecto al texto inicial, es la rebaja extra del coeficiente que se aplica a las terrazas más pequeñas. Todo ello llega pocos días antes de que acabe la moratoria de la bonificación del 75% que se aplicaba a este impuesto desde 2020.

Apoyo unánime de la derecha y aviso de los Comunes
El regidor de Junts Ramon Tremosa se ha felicitado por el acuerdo y ha remarcado que su grupo «no podía asumir» el impacto que, a parecer suyo, hubiera tenido para los restauradores aplicar las tasas acordadas el 2019. «Queremos facilitar la instalación de terrazas pequeñas, que aportan vida, luz y seguridad en las calles», ha manifestado. La propuesta ha contado con el apoyo unánime de la derecha, que, eso sí, ha advertido que «es insuficiente». En este sentido, el PP ha insistido que hay que rebajar todavía más la tasa que se aplica a los establecimientos más pequeños.
La otra bancada ha votado en contra y con críticas al argumentario junter. «Estamos totalmente a favor de las terrazas, pero la fiscalidad que se acordó con situación de normalidad se hizo con un estudio riguroso», ha manifestado el portavoz de los Comunes, Jordí Martí. Desde ERC, Jordi Castellana ha lamentado que la situación coyuntural durante la pandemia se haya vuelto estructural. Castellana ha dejado claro que la nueva regulación no responde al interés general porque el nuevo texto «va más allá del acuerdo entre el Gremio de Restauración y el gobierno municipal».
Los Comunes también han aprovechado la votación para avisar a Jaume Collboni con un «no vamos bien». Jordi Martí ha criticado que el único acuerdo del ejecutivo socialista en términos económicos «se apruebe con Junts, PP y VOX».