Barcelona en Comú y el gobierno de Jaume Collboni ultiman un posible acuerdo para las ordenanzas fiscales. Ambos partidos están acercando posiciones, aunque fuentes de los Comunes han explicado que el pacto no está cerrado y si finalmente llega será más bien el martes. El partido que todavía encabeza Ada Colau en el Ayuntamiento está pendiente de reunirse con el área económica que lidera Jordi Valls para que el teniente de alcaldía los dé respuesta a las demandas que ellos formularon para votar favorablemente a la tramitación inicial de las ordenanzas fiscales para el 2025, que tendrá lugar este miércoles por la tarde en la comisión de Economía y Hacienda.
Hace unos días, la regidora Janet Sanz, que asumirá la presidencia de los Comunes en el consistorio cuando Colau se vaya a finales de octubre, puso tres condiciones al PSC para votar a favor de las ordenanzas fiscales. Por un lado, subir el IBI a los hoteles de lujo hasta el 1,3%. Del otro, doblar el precio de la entrada del Park Güell, de los 10 a los 20 euros. Y finalmente, establecer unas sanciones mínimas por infracciones graves o muy graves de la ordenanza de terrazas, que fueran de 750 y 1.500 euros, respectivamente, y hacer los cambios normativos necesarios en el texto para agilizar la retirada de mesas y sillas de terrazas en casos de incumplimientos graves o muy graves.
Aumento del IBI a los hoteles de lujo «insuficiente»
En rueda de prensa, el regidor de los Comunes, Marc Serra, ha dejado claro este lunes por la mañana que el voto a las ordenanzas fiscales dependerá de la respuesta del gobierno a estas tres cuestiones. De entrada, Barcelona en Comú ve «insuficiente» la propuesta de subida del IBI para los hoteles de lujo del 1,08% que ha lanzado el PSC. Los Comunes, además, esperan un posicionamiento claro sobre su idea de aumentar el precio de la entrada del Park Güell y de reformar la ordenanza de terrazas. En cualquier caso, el acuerdo entre ambos partidos podría ser cuestión de horas y cerrarse el martes.
Comunes y PSC ya han exhibido una buena sintonía en un preacuerdo para la tramitación de la Modificación del Plan General Metropolitano, antes de finales de año, para regular los alquileres de temporada en la ciudad. Esta negociación es al margen de las ordenanzas fiscales y se enmarca en un intento de cerrar un pacto para el presupuesto de 2025 y que incluiría, entre otras medidas, que el consistorio transmita al Port la necesidad de cerrar terminales de cruceros -en rueda de prensa, Sanz dijo que tenían que ser dos- y congelar el precio del transporte público para el año próximo.
