El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha celebrado el acuerdo entre el Gobierno y los Comunes que permitirá duplicar la tasa turística, que en el caso de la capital catalana podría situar el tramo municipal entre los 4 y los 8 euros, un incremento “significativo”. En una atención a los medios, Collboni ha recordado que su gobierno había pedido a la Generalitat que diera más herramientas a los ayuntamientos para incrementar esta tasa. La medida ha puesto en pie de guerra al sector turístico, que ve con muy malos ojos este nuevo aumento. El alcalde ha evitado concretar cuánto se incrementará la tasa turística en Barcelona, pero ha prometido un incremento “razonado y razonable” que deberá fijarse durante el debate sobre las tasas e impuestos del 2026 que no se abrirá hasta finales de año.
“Es una buena noticia”, ha dicho Collboni, que está satisfecho con la posibilidad de que el Ayuntamiento de Barcelona pueda subir de 4 a 8 euros el tramo municipal de la tasa, lo que permitirá aumentar de manera significativa la recaudación. El alcalde ha planteado que con el dinero extra que entrará en las arcas municipales se podrá aumentar la financiación de programas como Clima Escola, que climatiza los centros de primaria públicos de la ciudad para “garantizar la calidad en la enseñanza y el bienestar tanto de los niños como de los maestros”. También ha abierto la puerta a financiar otras medidas. “No descartamos ningún retorno social”, ha dicho.
Los hoteles, en pie de guerra
El Gremi d’Hotels de Barcelona ha sido de los primeros en reaccionar al acuerdo entre la Generalitat y los Comunes —que culmina una propuesta liderada por ERC— y ha rechazado de plano un nuevo aumento de la tasa turística. El sector ya está sometido a una “asfixia fiscal continua”, denuncian desde el gremio. La asociación de hoteleros ha asegurado que no están dispuestos a continuar siendo “la fuente constante de financiación para las administraciones” y ha avisado que puede poner en peligro la competitividad de un sector “clave para el desarrollo económico y social”. Según cálculos del mismo Gremi, si Barcelona acaba duplicando la tasa turística, se convertirá en la ciudad europea con el impuesto más elevado, por encima de París (Francia) y Roma (Italia).
El Gremi d’Hotels asegura que, en estas ciudades, el precio medio de la habitación de hotel es superior al de Barcelona, pero con la nueva tasa turística tendrían un impuesto inferior al que se aplicaría en la ciudad catalana. Así, han detallado que en un hotel de cinco estrellas de Barcelona se pasará a pagar 12,1 euros por personas y noche; en uno de cuatro estrellas el precio será de 8,14 euros por persona y noche y para el resto de categorías la tasa será de 6,6 euros por persona y noche. Además, han denunciado que la tasa turística ya es el tercer apartado que más ingresos aporta al presupuesto municipal.
