Ada Colau admite que llevar la Copa América a Barcelona fue un «error» y que «el tiempo ha mostrado que nos vamos a equivocar». En un comunicado en las redes sociales, la exalcaldesa remarca que aceptaron la competición pensando que «podría tener un impacto positivo» sobre la ciudad, pero reconoce que ha despertado un interés «escaso» en la ciudadanía y que genera «impactos negativos en la ciudad». Colau hace autocrítica para exigir en el Gobierno de Jaume Collboni que «descarte» volverla a acoger, en la línea del que ha dicho estos días su sucesora en el Ayuntamiento, Janet Sanz, que incluso tilda la Copa América de «estafa».
En el comunicado, Colau desmarca la Copa América otros acontecimientos como los Juegos Olímpicos de Invierno o el Hermitage, pero la voz como un ejemplo que justifica la necesidad de abrir un debate «honesto» sobre los grandes acontecimientos. La exalcaldesa apunta que su gobierno fijó como condición que el acontecimiento tuviera un «retorno social» para la ciudad, que fuera «abierto a la ciudadanía» y que la aportación municipal «no superara los 5 millones de euros», que es la aportación que Barcelona hace al Mobile World Congress. «Los límites no se han respetado y el impacto positivo no se ve en ninguna parte», expone meses más tarde.

La exalcaldesa reconoce que se dieron por bonos informes que ahora parecen dudosos y que todo ello ha derivado en un acontecimiento «elitista» y con «sospechas de fraude». «Tendríamos que haber investigado más sobre los procedimientos de la Copa América, verificar los informes de supuesto retorno positivo por la ciudad o especificar más las cláusulas del acuerdo para que ahora no fuera posible la mala gestión que se está haciendo por parte del actual gobierno», apunta en el escrito.
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Los Comunes piden una auditoría independiente
Los Comunes llevarán al pleno del viernes diferentes proposiciones para dar marcha atrás. Los de Ada Colau quieren alejarse ahora cualquier indicio que conduzca a la celebración de nuevas ediciones de la Copa América en Barcelona y piden a la vez un debate «transparente y honesto» sobre el dinero público que se están invirtiendo. En esta línea, los de Colau exigen una auditoría «completamente independiente» sobre los informes previos que se presentaron en el Ayuntamiento, de los gastos públicos y el retorno sociales de la competición.
Giro de 180 grados de los Comunes, que pasan ahora a collar Collboni con la Copa América. El socialista no reniega y defiende el legado que dejará la competición deportiva en la ciudad. El alcalde insiste que el acontecimiento «dejará huella» en Barcelona, remarca que hay cerca de «2.000 voluntarios» haciendo posible la competición y que transmite «valores fundamentales». Mientras tanto, la organización de la Copa América ya habla de volver en futuras ediciones en Barcelona. La vicepresidenta del acontecimiento, Aurora Catà, apuntaba a inicios de septiembre que era «optimista y realista» de cara a una repetición.




