Barcelona prepara un gran acontecimiento de exhibición de Fórmula 1 para continuar manteniendo la ciudad al mapa del motor después de que la organización de la competición anunciara la entrada de la F1 a Madrid. Una noticia que no ha tenido un buen recibimiento entre todos los agentes sociales de la ciudad. La entidad Eixample Respira, que lucha por la calidad medioambiental de Barcelona, ha pedido en el Ayuntamiento de Jaume Collboni que ponga el freno e impida que se lleve a cabo el acontecimiento en el centro de la ciudad: «Pedimos al alcalde y en el gobierno municipal que prioricen la salud y el bienestar del vecindario de la ciudad e impida la realización de actas en Barcelona que empeoren la calidad del aire», aseveren a través de un comunicado.
Desde la entidad consideran que la capital catalana sufre «una crisis de salud pública causada por la mala calidad del aire», puesto que los niveles de contaminación superan los estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y una crisis acústica fruto de la concentración de grandes cantidades de población en algunas zonas determinadas, como por ejemplo, por ejemplo, el llamado ‘Triángulo Golfo’, que ha agraviado el malestar de los vecinos. Es ante este contexto que el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha varios mecanismos para reducir los volúmenes de contaminación ambiental y acústica de la ciudad. Ahora bien, teniendo en cuenta esta situación, desde la entidad consideran que es un «despropósito que se plantee una exhibición de Fórmula 1 al casco urbano de la ciudad» coincidiendo con la celebración del gran premio del circuito de Montmeló.

Los motivos de Eixample Respira
Los motivos por los cuales la entidad tilda de «despropósito» la exhibición de F1 son que «se trata de un acontecimiento que empeora la calidad del aire, incrementa el ruido y que fomenta la conducción rápida» en un entorno donde viven miles de personas, de las cuales «una gran parte de ellas consideradas especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación». Consideran que, si el ejecutivo de Collboni da luz verde a la exhibición, enviará «un mensaje contradictorio» a la ciudadanía barcelonesa.