Mientras aún resuena el anuncio del cierre de la perfumería Regia del paseo de Gràcia, otro establecimiento histórico de Barcelona, en este caso del barrio Gòtic, baja la persiana. Se trata de la papelería Conesa de la calle Petritxol. El comercio ha estado 75 años en esta icónica vía barcelonesa.
El sábado fue el último día de este negocio familiar de c/Petritxol, Conesa, vinculado al mundo de la imprenta y el papel desde 1950. Aunque es un poco más fácil despedirse cuando el motivo es la jubilación (y no otras causas más complicadas), lo echaremos mucho de menos 🖤! pic.twitter.com/1glBjHeHVq
— Barna Centre (@BarnaCentre) February 5, 2025
Cierra por jubilación
La noticia la ha adelantado el eje comercial Barna Centre a través de la red X. A diferencia de otros comercios que cierran porque no pueden pagar el alquiler, en este caso el cierre es por jubilación y por el hecho de que no hay relevo generacional. El sábado pasado fue el último día que estuvo abierto el negocio «vinculado desde 1950 al mundo de la imprenta y el papel», dice Barna Centre.
El propietario actual de la papelería Conesa es Joaquim Conesa. Según explica betevé, el comercio lo abrió el abuelo de Joaquim como distribuidora de libros. Posteriormente, su hijo y su esposa lo convirtieron en una tienda de santos y estampas y empezaron a vender calendarios, tarjetas de visita, catálogos, postales o pósters, entre otros productos.

En mayo de 2024 cerró una papelería histórica en la Zona Franca
En mayo de 2024 ya cerró otra papelería histórica, con 70 años de trayectoria. Fue la papelería Navarro, que también funcionaba como librería, de la Zona Franca. Este comercio, todo un emblema del barrio, fue el primer establecimiento que abrió en el conjunto de viviendas de la SEAT, el complejo que se construyó para que vivieran los trabajadores de la fábrica de automóviles en los años 50.
Un año antes de que cerrara Navarro ya había cerrado una papelería centenaria de la Via Laietana, Hija de J. Batlle Horta. El comercio, abierto en 1917, se encontraba en el número 48 de la arteria y como Joaquim Conesa, Isabel Devant, la propietaria de Hija de J. Batlle Horta, decidió dejar de trabajar porque se quería jubilar. En declaraciones a TOT Barcelona dijo entonces que no permitiría que en el local abriera un negocio turístico.