Hay una cooperativa en Poblenou que se dedica a dar una segunda vida a las bicis. Biciclot quiere promover la bicicleta a través de la formación y la sensibilización, y por eso se encarga de crear nuevos vehículos a partir de partes cedidas por particulares y la administración. «Creamos un tipo de Frankenstein y así se recupera el máximo posible de residuos», explica la técnica de comunicación de la cooperativa, Alejandra Murillo.
Desde la entidad detallan que «no hacen ascos a nada», pese reconocer que algunas piezas, como por ejemplo las pastillas de freno, no se pueden reutilizar por cuestiones de seguridad. Según recoge la ACN, que ha visitado el estudio, por cada bicicleta se ahorra el lanzamiento de unos 12 kilogramos de material, unos 3.000 al final de todo un año.
De media, Biciclot acoge anualmente unas 3.000 bicicletas en desuso. Una vez reparadas, la cooperativa las lanza al mercado de segunda mano. Pero la actividad no acaba aquí, puesto que la idea de los trabajadores también es impulsar un nuevo tipo de movilidad y por ello cursos en escuelas y otros proyectos. Por eso ceden las nuevas reparaciones siempre que hace falta para que los alumnos de centros educativos puedan «estudiarlas».
Más interés por la bici
Según la Autoridad Metropolitano del Transporte (ATM), la bicicleta es el único transporte que supera los datos de antes de la pandemia, con picos de demanda de un 20% hará cosa de un par de años. Desde la empresa han notado, dicen, este nuevo interés para desplazarse en bici. Pero no es el único cambio. Los responsables de Biciclot también apuntan que con la covid-19 ha crecido el «interés para aprender mecánica».
Este nuevo contexto es ideal para impulsar las nuevas iniciativas que tienen en Biciclot. Pretenden crear el Instituto de la Bicicleta «como una institución de aprendizaje de la mecánica» y fomentar su colaboración con la administración. Uno de los ayuntamientos que más piezas cede es el de Terrassa, pero también tienen una estrecha relación con el de Barcelona, Santo Boi, Sant Just, Arenys y Esplugues. Y pronto, comentan, incorporarán a la lista un mínimo de tres ayuntamientos más.
