Décimas de trabajadores se han reunido este lunes ante la biblioteca Gabriel García Márquez, buque insigne de las bibliotecas barcelonesas, para exigir al Ayuntamiento más personal y que dé marcha atrás en la última reforma horaria, que, según apunten los sindicatos, «modifica las condiciones de trabajo de mucha gente». El personal ha criticado que no tienen «las mismas condiciones» que el resto de trabajadores municipales y ha convocado vaga para forzar el Consorcio de Las Bibliotecas de Barcelona a negociar una salida. El representante de la CGT, Pau Solsona, ha remarcado que esta huelga sirve para expresar el «malestar» de la plantilla, que también pide «más personal» y medidas que ayuden a «garantizar» la conciliación laboral y personal.
Solsona ha indicado que los trabajadores no están de acuerdo con la propuesta de la empresa porque quiere abrir al «máximo» las bibliotecas de la ciudad, pero trabajando «unos mínimos». El portavoz sindical ha hablado de «conciliación falsa», puesto que considera la propuesta de la compañía «el que hace es que tengamos que trabajar con menos personal en los mostradores». En esta misma línea, Montse Serra, trabajadora de la biblioteca del Camp del Arpa y delegada del Comité de Empresa, ha recordado que «falta personal». Es más, Serra considera que todos los problemas vienen generados de esta carencia de trabajadores y reitera que el único que piden es «trabajar con más recursos para poder hacer el trabajo muy hecho». La portavoz de los trabajadores también ha criticado que el Ayuntamiento no los tenga en cuenta, tratándose de un trabajo «mayoritariamente por la tarde» y «muy vocacional». Sobre este tema, los trabajadores en huelga critican que algunos profesionales hacen siete turnos y que, en el caso de los centros más pequeños, lo hacen «todas las tardes».
Desde la protesta también se ha pedido introducir políticas participativas y realistas, reconocer el papel beneficioso de las bibliotecas para la sociedad, conseguir –mediante un protocolo por ahora inexistente, dicen– parar las violencias a las equipaciones y estabilizar más personal temporal e interino. Según los convocantes, el seguimiento ha estado del 100% por la mañana, pero estiman que será menor por las tardes porque la mayoría de bibliotecas abren por la tarde.
Negociación estancada
Los sindicatos aseguran que las negociaciones están estancadas porque la empresa ha rechazado asistir, dicen, a una medicación. «Creen que no es el lugar o no quieren negociar directamente», ha lamentado Solsona a las puertas de Gabriel García Márquez. Los trabajadores insisten en esta vía, pero no descartan otros. «Además de la huelga, tenemos otras vías en marcha, nos estamos haciendo visibles con carteles y también con camisetas, además de otras propuestas», mantienen voces sindicales, que no descartan movilizaciones más grandes si la cuestión no se desencalla.
La huelga se ha convocado para la vigilia de Sant Jordi para ganar incidencia, según han explicado los sindicatos. Aseguran que la decisión ha sido «consensuada» y que se ha optado por la García Márquez por su carácter mediático y porque «es donde se tenía que hacer el pregón». El pregón se ha cambiado finalmente al Born Centre de Cultura i Memoria.
