La Comisión Europea ha anunciado el nombre de las diferentes ciudades que aspiran a convertirse en la primera Capital Europa del Pequeño Comercio, una iniciativa impulsada por los comerciantes de Barcelona y que superó a finales del año pasado el aval del Parlamento Europeo. La capitalidad pretende fomentar el sector del comercio minorista en un momento de debilidad en todo el continente, con el comercio digital y los problemas de regeneración generacional en aumento. Europa ha configurado tres categorías en función de la dimensión de la ciudad: ciudades vanguardistas, entre 5,000 y 50,000 habitantes; ciudades vibrantes, entre 50,000 y 250,000; y ciudades visionarias, aquellas con más de 250,000 habitantes «con estrategias de futuro que priorizan el pequeño comercio minorista para dar forma a un futuro sostenible y próspero a diferentes niveles».
Barcelona competirá en esta última categoría con las ciudades de Utrecht (Países Bajos) y Zaragoza (España). La Comisión detalla como méritos de la candidatura catalana que su pequeño comercio «va más allá de la actividad económica para dar forma a la planificación urbana, la cohesión social y la vida cultural». También se menciona la sólida red de ejes comerciales de barrio y cómo estos se han recuperado después de la pandemia, que ha sacudido el sector en toda Europa. «El papel económico de la ciudad y su fuerte conexión con su vida urbana y social la convierten en un ejemplo destacado del comercio minorista local en Europa», remarcan los altos representantes europeos.

Tres candidaturas, un premio
La capital catalana competirá con Utrecht y Zaragoza para ser la primera gran capital europea del pequeño comercio. De Zaragoza se destaca la preservación del pequeño comercio en el casco antiguo de la ciudad y las mejoras urbanísticas en barrios como Delicias y calles importantes como la Avenida de Madrid. «Otros barrios también se benefician de proyectos comerciales liderados por sus subvenciones comunitarias y municipales que ayudan a las pequeñas tiendas familiares a modernizarse y digitalizarse», destaca la Comisión.
La tercera ciudad que opta a la capitalidad es Ultrech. Representa un modelo comercial diferente, más nórdico, sin el acento mediterráneo de las otras ciudades. «La mayoría de sus tiendas y locales de hostelería son pymes, desde tiendas familiares hasta boutiques creativas, tiendas de artesanía y espacios culturales», señala la Comisión como uno de los grandes méritos de la ciudad de Países Bajos. «Utrecht tiene éxito gracias a políticas claras y a un buen trabajo en equipo entre los socios. Iniciativas como «Centrummanagement Utrecht» y el «Fondo de Emprendedores de Utrecht» permiten a los emprendedores y propietarios invertir en la creación de lugares, proyectos de sostenibilidad, desarrollo empresarial y campañas de marketing dirigidas», expone Europa.

Los comerciantes catalanes han impulsado el proyecto desde Barcelona –que nace de la patronal Barcelona Comerç– y son optimistas de cara a conseguir la capitalidad. Dentro del sector creen que el jurado valorará la experiencia de Barcelona y el conocimiento de los objetivos de la capitalidad. Makarska (Croacia), Silandro (Italia), Silla (Países Valencianos) optan a la categoría de ciudades pequeñas y Braga y Caldas da Rainha (Portugal) y Fuenlabrada (Madrid), a las ciudades medianas. Las candidaturas sabrán quién estrena la iniciativa en una gala a finales de enero en Bruselas. El ganador recibirá el impulso de Europa para fijar comisiones, jornadas y coordinar nuevas reflexiones y estrategias sobre qué camino debe seguir el sector de las pequeñas.
