Barcelona prevé triplicar la energía fotovoltaica municipal durante este próximo mandato con una inversión total de 32 millones de euros en placas solares. Según ha informado el consistorio, cuando acabó el 23 la ciudad tenía un total de 5.848 kilovatios pico (kWp) de potencia fotovoltaica gracias a las 177 instalaciones municipales que hay actualmente. Esto permite que el 2% de la energía eléctrica que consume el ayuntamiento sea fotovoltaica. Con la puesta en funcionamiento de 207 instalaciones más los próximos años se llegará a un total de 384 y se prevé que la potencia llegue entonces a los 19.244 kWp. Si se llega a la cifra que quiere el gobierno, se generará más energía fotovoltaica y el consumo municipal por esta vía pasará del 2 al 7%.
Esta nueva medida, que se presentará al plenario este viernes, pretende dar cumplimiento a uno de los ejes del Acuerdo Climático de Barcelona, que marca el reto de ser ciudad neutra en carbono en 2030. Según los cálculos municipales, con los nuevos proyectos de instalación de placas solares, el 2027 se podrán ahorrar unas 8.660 toneladas de CO₂.

Según ha explicado en rueda de prensa el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se trata «de acelerar» la transformación de la energía fotovoltaica en la ciudad. Además, ha comentado que sus previsiones, como llevan que se multiplique por tres la capacidad fotovoltaica municipal actual el 2027 y por cinco el 2030, cuando se llegaría a los 27.244 kWp. De este modo, ha asegurado Collboni, el 2030 Barcelona tendría todos los mercados municipales, la red de bibliotecas públicas, centros escolares de primaria y las sedes de los distritos podrían ser autosuficientes energéticamente.
La primera prueba de esto es antes de que acabe 2025, se pondrán en funcionamiento estas 38 instalaciones y se desarrollarán 81 más, con un presupuesto estimado de 10,4 millones de euros. Entre el 2026 y el 2027 se ejecutarán 88 instalaciones más con un presupuesto de unos 16,4 millones.
Aprovechar los espacios
El consistorio constata que Barcelona es una ciudad que tiene mucho de sol, pero a la vez es densa. Por eso, desde el gobierno se está intentando aprovechar al máximo todos los espacios posibles para captar energía solar. Así, el crecimiento en instalaciones de placas se realizará priorizando el aprovechamiento de las instalaciones del espacio público, como por ejemplo cubiertas de equipaciones municipales, medianeras, túneles viarios o estructuras generadoras de sombra. Esto último incluye espacios como fachadas, muros o cenadores, siguiendo el ejemplo de las placas situadas a las rondas de la ciudad.
Más allá de las instalaciones municipales, Barcelona dispone ya de unos 39.546 kWp instalados en ámbitos privados y que ha supuesto un incremento del 60% de la potencia instalada en los últimos 10 años. En este ámbito, el que sí que hace el Ayuntamiento es incentivar y acompañar ofreciendo subvenciones y programas como el MES Barcelona o Momento Solar Barcelona. El primero es un instrumento para facilitar la financiación de proyectos de generación energética con una aportación por parte del Ayuntamiento del 30% del total. El segundo, lo programa Momento Solar Barcelona, es una acción para acompañar comunidades de vecinos en el proceso de decisión e instalación de placas.