Sant Andreu no ha pasado ni una semana de luto. El icónico bar Versalles ya ha encontrado un nuevo propietario. El empresario Ferran Ballús, que ya regenta el restaurante La Madurada en Horta y el Carnal en Enric Granados, cogerá las riendas del histórico bar andreuense, tal como ha avanzado este viernes
La noticia supone un respiro para el tejido comercial y vecinal del barrio, que catalogan el Versalles como un «referente» de la hostelería andreuenca. Según la información publicada a

Un legado centenario
Una de las críticas que había recibido el anterior propietario es que el bar andreuense había perdido la «esencia de pueblo» que durante más de siete décadas había instaurado la familia Herdero. De hecho, el historiador andreuense Pau Viñas, autor de un libro sobre los Heredero, remarcaba el martes al TOT que el cierre del Versalles era «la crónica de una muerte anunciada». Y en una entrevista reciente, el mismo Pere Heredero remarcaba que el Versalles no se había muerto «sino que lo habían matado».
El cierre fugaz del Versalles es un ejemplo de una nueva era para los establecimientos emblemáticos. Todavía más, el presidente de la Fundación Barcelona Comerç, Pròsper Puig, cree que en el futuro nos tendremos que acostumbrar a ver estos negocios históricos en manos de emprendedores ajenos a la historia del establecimiento, pero que tienen ganas de apostar por ellos. En conversación con este diario, Puig pedía, después de saberse el cierre, dejar atrás la «nostalgia» para abrazar a esta nueva etapa.