La Organización de las Naciones Unidas allana el terreno para resolver el conflicto del contrato para fabricar los nuevos metros de Barcelona. La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha actualizado la lista negra de empresas con negocios en los territorios palestinos ocupados ilegalmente por Israel. El estudio del comisionado ha elevado las empresas vigiladas hasta 158; pero también ha eliminado a un grupo. Entre ellas, la multinacional francesa Alstom, expulsada de la licitación por formar parte, precisamente, de este listado de colaboradores con el régimen de Benjamin Netanyahu. La siderúrgica encabeza la lista de siete empresas que «ya no están implicadas en las actividades» que denuncia la Oficina; hecho que debería eliminar los obstáculos legales para acceder al proyecto, que servirá para invertir unos 385 millones de euros para construir 39 nuevos trenes para la red subterránea de la capital.
Alstom, cabe recordar, constaba en la anterior lista, elaborada el año 2023, por la actividad en Jerusalén oriental de una de sus filiales, la canadiense Bombardier, que había adquirido en el año 2019. Esta empresa había formado parte del proyecto para construir el tranvía de la ciudad, que atravesaba territorios ocupados ilegalmente por colonos israelíes. La compañía, sin embargo, argumentaba que ya no mantenía ninguna actividad en la región y que, por tanto, debía ser eliminada de la vigilancia de las Naciones Unidas. Mientras permanecía entre las señaladas, Alstom quedaba excluida de participar en el concurso público del Ayuntamiento, en tanto que el pliego de condiciones excluía a todas las compañías acusadas por el Comisionado de Derechos Humanos; una decisión que el consistorio tomó a raíz de la ruptura de relaciones con Israel por el genocidio sobre el pueblo palestino. De acuerdo con la normativa, pues, la francesa no debería tener impedimento para optar al contrato, uno de los más lucrativos en las infraestructuras barcelonesas en los últimos años.

Al contrario, otra empresa del sector ferroviario que podría haber optado al contrato ha entrado de lleno en la lista negra de la ONU y, por tanto, quedaría excluida de participar. Se trata de la vasca CAF, que ya había prestado varios servicios a Transports Metropolitans de Barcelona. Esta empresa, participada por el gobierno del País Vasco, no formaba parte de la lista oficial de la oficina de Derechos Humanos, pero había sido señalada en varias ocasiones por su actividad en Israel. De hecho, la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, sí la mencionó en su reciente informe De la economía de la ocupación a la economía del genocidio; con una perspectiva más amplia sobre los negocios implicados en la limpieza étnica del pueblo palestino. El documento, además de CAF, pone en el centro de la diana a multinacionales del calibre de Amazon, Google o Microsoft, todas ellas proveedoras de servicios tecnológicos y digitales que contribuyen al control securitario de la población de las regiones ocupadas.
Santa Perpètua respira
Con el previsible permiso del Ayuntamiento para acceder al contrato, los trabajadores de Alstom en Cataluña pueden respirar aliviados. La industrial francesa opera en el país desde una planta en Santa Perpètua de Mogoda, en el Vallès Occidental. Los sindicatos mayoritarios en el comité de empresa de la fábrica, Comisiones Obreras y la UGT, han expresado durante las últimas semanas su preocupación por el «futuro del empleo y la industria ferroviaria» a raíz de la expulsión de Alstom de los contratos públicos del Ayuntamiento. Ambas organizaciones se habían posicionado «contra el genocidio en Gaza» y a favor de un «firme compromiso con los derechos humanos»; pero pedían a las Naciones Unidas una actualización del listado de empresas como la que ha emprendido este viernes; en tanto que el anterior podía no recoger «información objetiva, rigurosa y actualizada que realmente respetara el espíritu» de la normativa.
Primera salida turística
Además de Alstom, ha logrado salir de la vigilancia de las Naciones Unidas otra empresa con vínculos con Barcelona. Se trata de la aerolínea eDreams Odigeo, que, a pesar de que tiene la sede en Madrid, opera muchos vuelos desde el aeropuerto del Prat, y cuenta, de hecho, con una sede operativa en la capital del Principado. eDreams constaba en el listado dentro de una larga lista de empresas turísticas que promocionaban alojamientos en zonas ocupadas por los colonos israelíes. En el paquete también aparecen firmas como Expedia, Airbnb, Booking o Tripadvisor. En los últimos meses, sin embargo, la empresa española ha hecho un esfuerzo por eliminar estos anuncios de su plataforma, alegando que los comparten propietarios ajenos a esta. El movimiento ha sido suficiente para haber desaparecido del radar de las Naciones Unidas.