Una gran alfombra de vidrio, la sensación artística del centro de Barcelona

Es un homenaje al vidrio. Todo un seguido de varillas, probetas de laboratorio, tubos para soplar el vidrio, todos ellos deformees o con alguna grieta. Este es el material con que la artista barcelonesa Stella Rahola Mtutets ha creado La Biblioteca, una gran catifa de vidrio que eclipsa la entrada de Dilalica, un espacio de arte bastante moderno ubicado al cerrero de Trafalgar, 53. La exposición, que está acompañada de un par de obras más, se puede ver de forma gratuita hasta el 28 de octubre.

Stella es una artista nacida en 1980 y licenciada en arquitectura que ha expuesto al pabellón Mies van der Rohe y en el MACBA, en la Gran Bretaña o Estados Unidos. En La Biblioteca, la arquitecta presenta más 2.000 piezas de vidrio colocadas en tierra en función de la medida que tienen. Estas piezas son vidrio borosilicato soplado que procedente de talleres de artesanos que los habían desestimado al considerarlos defectuosos. De este modo, el artista reconvierte las piezas en desuso en un peculiar e innovador tapiz. Según el ICUB, esta obra presenta «elementos frágiles e inservibles» que «crean una ficción propia que va entre la ciencia y artesanía» y que invita a los espectadores «a pensar en los usos a los cuales estaban destinados estos objetos de vidrio».

Acompañando el elemento central, en Dilalica también se puede encontrar una segunda obra de pequeño formato formada por dos cajas de luz con imágenes abstractas de estos vidrios que «hacen pensar en elementos orgánicos o incluso en el interior del cuerpo humano».

¿Qué es Dilalica?

Dilalica es una galería moderna que muestra un especial interés «por los trabajos computacionales, la imagen fotográfica, la colaboración y el cuestionamiento de la autoría individual». Sus investigaciones, dicen, se expanden y a veces se exponen en otros espacios. En este espacio se han expuesto obras como ‘Los Dalton’, una obra basada en el daltonismo; ‘Oficina’, que analiza la lógica capitalista que hay detrás de un trabajo; o ‘Bodegón, retrato, paisaje’, que se pregunta si puede el canon de la historia del arte adaptarse a la globalización.