El metro de Barcelona tendrá un piano de forma permanente en la estación de Diagonal, para todos los que lo quieran tocar. La Fundación TMB y el Concurso Maria Canals dan así continuidad a una iniciativa que comenzó el pasado marzo y que ha sido «exitosa». Ambas entidades remarcan que, en los primeros tres meses en que ha habido este piano en Diagonal, los usuarios se han acercado «de forma regular, de manera cívica y creando un ambiente positivo». Motivos más que suficientes, han pensado, para prolongar la experiencia sine die. El piano se encontrará en la estación de metro de Diagonal de la Línea 5.
En los primeros meses, salvo algún incidente inesperado los primeros días, la iniciativa ha sido un éxito sorprendente. Hay pasajeros que se han detenido de forma improvisada, algunos sorprendidos por la oportunidad, para demostrar su valía. Algunos pocos también para jugar. Y unos cuantos se reunían mediante convocatorias en las redes sociales. La intención de las entidades promotoras es «acercar la música» a los usuarios del metro y «mejorarles la experiencia». Satisfechos, dan los primeros objetivos por validados y esperan que el boom del piano no decaiga con el paso de los meses, ahora que se prolongará la experiencia.

Música en el metro de Barcelona
La apuesta por acondicionar el metro con cultura no es nueva y más en una sociedad que pisa las instalaciones ahogadas por las prisas del día a día y, cada vez más, con auriculares. El metro también tiene decenas de músicos que se instalan en espacios reservados en las entradas o en los pasillos que conectan diferentes líneas. Músicos que se autoorganizan entre ellos y que pasan una serie de pruebas para demostrar un mínimo de calidad artística para poder tocar dentro del metro. Desde la Asociación Músicos del Metro (AMUC) han recordado en más de una ocasión al Tot Barcelona que tocan por amor al arte y para expandir la cultura. Hay quienes optan por el inglés, en estaciones céntricas, pero también quienes tocan música catalana e incluso algunos sacan su vena más activista, como el caso de Jordi Jardí, que solo canta canciones catalanas.