En la pantalla y en la cocina. El éxito del actor catalán Carlos Cuevas es incontestable. El actor de ‘Merlí: sapere aude’ o Smiley, entre otras, ha mostrado su faceta más emprendedora con el Lluritu, un restaurante de moda en la capital de Cataluña pero accesible a todos, que ya tiene tres locales en la ciudad y que está especializado en marisco, pescado y platillos de mucha calidad pero a precios accesibles. El Lluritu ya tiene tres locales repartidos por la ciudad: en la calle de les Flors, 71; en la calle de la Virtut, 11, y en el paseo de Sant Joan. «Brasa y plancha definen el estilo. Un estilo con mínimo o nulo adorno en los platos. Creemos en la esencia: “conjunto de atributos de un objeto o sustancia que lo hacen ser lo que es, y que posee por necesidad, ya que sin ellos pierde su identidad», explican en la web del restaurante.
Un restaurante discreto, como el actor
El Lluritu es una «marisquería de gama media, con ambiente informal, incluso festivo, con el valor añadido de la brasa como protagonista. La oferta gastronómica consta de un resumen de los mejores productos y elaboraciones de las costas españolas (y Madrid), con una clara voluntad de especialización, y carta corta. Brasa y plancha, y la ausencia de fogones, definen el estilo. Un estilo con mínimo o nulo adorno en los platos», explican.
Y aún una definición más sorprendente del proyecto gastronómico de Carlos Cuevas en Barcelona: “Creemos en una hostelería centrada en el alma por encima de la calidad. ¡Qué barbaridad, no? ¡La palabra calidad debería ser sagrada! Pues sí, pero para nosotros nunca por encima del alma, del “savoir faire”, del calor, de la complicidad, de la familia, de las sobremesas que te hacen tocar el cielo”.
Los precios de la carta son asequibles con una relación calidad-precio muy buena, se puede hacer una buena comida por 20-30 euros por persona, y el restaurante abre cada mediodía y noche, excepto los lunes. Se pueden hacer reservas a través de su web.
