Mutismo total del Ayuntamiento de Barcelona sobre el futuro del Teatro Arnau, pero ahora mismo, si no se produce un cambio radical de la situación, todo apunta que el próximo año la esperada reforma del emblemático espacio del Paral·lel se puede quedar un golpe más a los cajones. Según ha podido comprobar el TOT Barcelona, de las inversiones previstas a la propuesta de presupuestos del 2024, Jaume Collboni se ha olvidado del histórico teatro barcelonés, que fue comprado el febrero de 2011 por el último alcalde socialista antes de Collboni, Jordi Hereu.
Las fuentes municipales consultadas no han querido valorar por qué entre los 777,6 millones de inversiones no hay ninguna partida para Arnau. Del total del dinero para inversión del 2024, más de 300 millones están pendientes de asignar, pero el gobierno tampoco ha concretado si en este paquete habrá algo por el teatro. “No entramos”, han subrayado las fuentes en un momento en que el gobierno de Collboni no tiene garantizado que pueda aprobar los presupuestos. En el Instituto de Cultura de Barcelona, de quien cuelga el teatro, no tienen novedad sobre el futuro de Arnau.

Sin presupuestos y ordenanzas fiscales
Collboni se vio obligado el miércoles 18 de octubre a retirar el punto sobre los presupuestos del orden del día a la comisión de Economía y Hacienda ante la falta de apoyos por la aprobación inicial de las cuentas municipales. La decisión se tomó deprisa y corriendo, para evitar una segunda votación en contra, después de que la oposición al completo tumbara las ordenanzas fiscales para el próximo año.
Ahora la esperanza por Arnau es que algún grupo municipal ponga en la negociación de presupuestos iniciar la reforma del teatro el próximo año. Según explicó el presidente de ERC en el Ayuntamiento, Ernest Maragall, los 300 millones de inversiones sin definir es el dinero que el gobierno de Collboni tiene para negociar con la oposición y obtener la aprobación de las cuentas.
Desde ERC, el regidor Jordi Castellana ha lamentado que la “necesaria rehabilitación” de Arnau no se mencione en las inversiones previstas, al igual que la reclamada reforma de la avenida Madrid y la construcción de las viviendas para gente mayor al Espai Germanetes (Viladomat-Consell de Cent). También destaca en negativo que la remodelación del Front Marítim cuente solo con una partida de 81.000 euros y que el importe presupuestado para la rehabilitación de viviendas en el barrio del Besòs-Maresme «no permite ni abordar la primera fase del proyecto». Castellana critica que «hay una carencia muy destacable de inversiones de compromisos adquiridos con los vecinos y vecinas» y que el presupuesto de Collboni mira de forma clara al PP y es excesivamente continuista.
Un coste de 11,6 millones
De momento, la rehabilitación del Teatro Arnau tiene un coste de 11,6 millones de euros. Esta es la cifra que se validó en comisión de gobierno el marzo de 2021. Ni antes ni después de este fecha, ninguno de los gobiernos que ha tenido la ciudad durante los últimos 12 años ha sido capaz de recuperar el espacio escénico para la ciudad. Ni Xavier Trias, ni Ada Colau, durante dos mandatos. Y ahora no es una prioridad para Collboni.
Durante el gobierno de Colau, al menos sí que se redactó el proyecto de Arnau, a cargo de H Arquitectas. El 2018, la entonces regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, anunció la reforma para el 2019. En un principio, la idea del Ayuntamiento era derrocar Arnau por deficiencias estructurales. Así se dijo en 2016. Pero finalmente esta opción se descartó y se aseguró de que el edificio, el último teatro de barraca de Barcelona, se podría salvar.
Se conservarán elementos patrimoniales
La propuesta arquitectónica de H Arquitectas prevé un teatro con unas 200 butacas en el que se podrán preservar diferentes elementos, algunos de ellos patrimoniales: la carpintería, la boca del escenario, la forma de la sala, la barandilla del anfiteatro y la fachada. El nuevo Arnau tendrá una planta baja, dos de superiores, una planta subterránea y otra de semi-subterránea. La idea es que se pueda hacer teatro, circo, danza y música. Pero se quiere que funcione también como «equipación de barrio, ateneo y centro cívico», explica el arquitecto Roger Tudó. Desde un punto de vista técnico, la reconstrucción de Arnau se puede empezar cuando se quiera. H Arquitectas acabó su trabajo hace más de dos años y el consistorio no les ha pedido hacer ningún retoque al proyecto.
El Teatro Arnau hace más de una década que está totalmente abandonado, con redes y andamios para que no caigan objetos en la calle. También está lleno de grafitis y tapiado, para evitar que sea okupado, como ya pasó el 2006 por parte de unas 200 personas para reivindicarlo como un espacio cultural alternativo. Con un siglo largo de vida, Arnau cerró de forma definitiva el 2004.

