Barcelona perderá este miércoles 20 de noviembre una galería de arte especial. Tras una trayectoria de casi medio siglo de historia, la Sala Dalmau se despide del local que han ocupado desde 1979 en el número 349 de la calle Consell de Cent, cerca del paseo de Gràcia. Cabe recordar que este negocio lo fundó Francesc Draper con el objetivo principal de rescatar artistas catalanes y españoles que habían emprendido su tarea artística fuera del Estado. La sala -que toma el nombre de Josep Dalmau, uno de los grandes marchantes de arte de la Barcelona de principios del siglo XX- se ha convertido en este tiempo en una galería de referencia que une arte moderno y contemporáneo.
En unas declaraciones recogidas por la ACN, la actual directora de la galería e hija del fundador, Mariana Draper, explica que las razones de bajar la persiana responden a una voluntad de cerrar una etapa iniciada hace ahora 45 años que les ha valido el reconocimiento del sector con dos Premios ACCA (Asociación Catalana Crítica de Arte) en 1999 y 2005 y el Premio GAC de Honor, que reconocía la trayectoria galerística de la responsable. «Creemos que era el momento de decir adiós dignamente. No responde a ningún motivo económico, es un ciclo importante que cerramos», asegura Draper, que junto con sus hermanos Lucas y Cati insisten en esta voluntad de irse con «calma y sin intromisiones».
Un cierre de alto vuelo
La decisión de cerrar llega tras la buena acogida que había tenido su penúltima exposición dedicada a uno de los artistas emblemáticos de la sala, Joaquin Torres-García, y su apuesta por un estilo constructivista. Corrientes como esta eran capaces de convivir en armonía en esta galería con representantes de las vanguardias históricas y otros artistas tanto internacionales como catalanes y españoles de diversas generaciones. De hecho, la última muestra que se podrá ver este 20 de noviembre está vinculada a las vanguardias históricas y a la escuela de París, en acto final que demuestra el sello personal de la Sala Dalmau.

