Varios escritores del panorama internacional no han ocultado este miércoles, sentados en un puesto de la Rambla de Barcelona o en la supermanzana literaria del paseo de Gràcia, su sorpresa con lo que representa Sant Jordi. La excepcionalidad fantástica que se vive en Cataluña ha cautivado a las estrellas europeas, algunas de ellas en Barcelona por primera vez, que han celebrado la respuesta masiva del país en una jornada básicamente cultural y social. Los adjetivos más repetidos -«fantástico, formidable, impresionante»- contrastan con una realidad diaria que ven más bien áspera y complicada. «[Sant Jordi] es una manifestación que defiende el libro como un elemento formidable», ha dicho, por ejemplo, el escritor francés Pierre Lemaitre a la ACN.
El escritor francés ha destacado «la fiebre por los libros extraordinaria» que se ha vivido en Barcelona. Una expresión que resume el sentimiento de otros autores extranjeros que, a pesar de ser conscientes del significado de Sant Jordi, se han visto sorprendidos por la realidad en la calle. También en conversación con la agencia catalana, la escritora Francesca Gianone afirmaba que la jornada ha superado sus expectativas. La italiana ha descrito su experiencia de «júbilo absoluto» y se ha animado a recomendar a otras ciudades del continente una apuesta similar.
Una experiencia única en Cataluña
Los escritores ven Sant Jordi como una fiesta cultural ejemplar y una oportunidad para conocer qué piensan los lectores. La madrileña Belén Gopegui ha destacado esta proximidad. «Es muy bonito ver a tantas personas que buscan libros en este tiempo de velocidad porque los libros deben ser atravesados con lentitud». La estrella internacional británica David Nicholls también ha validado las buenas sensaciones de los compañeros, remarcando previamente la soledad del escritor. A cambio, apuntaba, lo que ha encontrado en Barcelona es una experiencia «abrumadora».
Más acostumbrados a vivir un Sant Jordi, los autores catalanes han expuesto la singularidad de la jornada. Dos figuras icónicas, que posiblemente aparecerán en la lista de autores más vendidos, Sílvia Soler y Xavier Bosch, han calificado la jornada de «pletórica» y de «milagro». «Sant Jordi es seguramente el mejor eslogan de Cataluña posible», ha situado el escritor. A diferencia de los colegas internacionales, Bosch ve el 23 de abril como un día inimitable que fallaría en otros espacios que copian el día «sin saber tanto». En esta misma línea se ha expresado, Ildefons Falcons, autor del best-seller la Catedral del Mar. «Se ha intentado imitar en Japón y en muchos otros países, pero no es lo mismo».
Con casi 500 puestos repartidos por toda la ciudad, Barcelona ha sido un año más el polo atractivo de las principales figuras de la literatura. Con las obras de la Rambla en marcha, la supermanzana del paseo de Gràcia y otros puntos como la plaza de Universitat han ganado aún más protagonismo que otros años.
