La Associació de Vecinos de Sant Andreu de Palomar se ha visto obligada a dejar de hacer la revista Cap a peus. Creada el 11 de octubre de 1980, era la publicación local más antigua de Barcelona que todavía llegaba a las casas. Los últimos años, la asociación ya había tenido que hacer de todo para imprimirla. De hecho, y a pesar de que inicialmente la publicación era mensual, últimamente la entidad ya había optado para hacerla trimestral. El presidente de la asociación andreuensa, Miquel Ruiz, lamenta una decisión fundamentada, dice, en cuestiones puramente económicas.
Ruiz recuerda al TOT Barcelona que la mayoría de ingresos de la revista partían del comercio local, cada vez más debilitado, y que hace años que la entidad enmendaban los costes de la publicación «con las cuotas de los socios». «Ahora los comercios tienen otras vías de difusión y algunos ya no querían salir en la revista. Y después hay locales que han sido ocupados por negocios extranjeros, que no tienen tanto vínculo con Sant Andreu», detalla Ruiz.

La revista llegaba a los domicilios de todos los socios, se enviaba a los locales de las entidades, al Centro Cívico y a la Biblioteca Ignasi Iglésias. Los comercios que se anunciaban también la recibían. Ruiz resalta que cada número –se imprimían cuatro cada año– cuesta unos mil euros, y confía que la parada sea «momentánea», a la espera de desencallar los problemas económicos de la asociación. En todo caso, la entidad mantiene que harán una excepción e imprimirán los ejemplares que coinciden con la Fiesta Mayor de Sant Andreu. El equipo de la revista, que trabaja de forma voluntaria, continuará haciendo el resto de números en formato digital.
Pendientes del nuevo local
La AVV de San Andreu hace tiempo que lucha a contracorriente para solucionar los problemas de su local. Ubicado en el centro del Sant Andreu, en la calle del Dr. Balari y Jovany, la propiedad los exige 900 euros por uno con deficiencias técnicas. Desde la entidad nunca han dejado de pagar, pero hace meses que no consiguen pagar el total que se los pide, con lo cual acumulan una deuda que la entidad cifra en 6.000 euros. El edificio tiene grietas y humedades, y la propiedad les subió el alquiler para poder pagar los costes de las últimas reparaciones.
La problemática del local tiene un vínculo directo con la revista Cap a peus. La entidad lucha para que el Ayuntamiento les facilite un local con un coste bajo, sea mediante la expropiación del local actual o cediéndoles otro espacio municipal. «Cuando se solucione el tema del tema local, veremos. Tendremos que ponernos al día [de la deuda], pero después quizás podemos recuperar la revista en papel», detalla Ruiz. Sin duda, y a pesar de ser una de las asociaciones vecinales más grandes de Barcelona, la entidad atraviesa uno de los momentos más críticos. A pesar de todo, todavía se confía que, enmendado el problema del local, y gracias al medio millar de socios que la forman, la asociación recupere la revista y otras actividades.
