La sala de conciertos Sidecar es un local emblemático de Barcelona. A principios de este año, la propiedad anunció que cerraba, después de 41 años en la plaza Reial, y que había traspasado el negocio. Aunque el establecimiento dejaba de funcionar, la idea era que volviera a abrir, dijo el fundador, Roberto Tierz. Este momento ha llegado y, desde este viernes, la sala Sidecar se convertirá en el Club Sauvage.

El nuevo local es propiedad del grupo empresarial que gestiona los bares Farola, Sauvage y Creps al Born. Tal como ha avanzado
Coctelería, sala de conciertos y discoteca
El Club Sauvage funcionará como coctelería, en la planta a pie de calle, y como discoteca y sala de conciertos, en el sótano, donde durante cuatro décadas actuaron algunos grupos emergentes del panorama musical barcelonés. Antes del cierre, Tierz recordaba que en el Sidecar todos los artistas se habían podido expresar con libertad y lamentaba haber vivido la masificación del turismo y la gentrificación en Ciutat Vella, una dinámica negativa que había que revertir.
El nuevo local abre con las instalaciones renovadas y ya dispone de perfil en Instagram, con una única publicación: «Un placer conoceros. Nos presentamos: esto es el que somos. Así es como vivimos. Así es como bailamos. Así es Club Sauvage».