Barcelona ha perdido las últimas décadas algunos de sus cines históricos. Algunos de ellos son el Alexandra, el Urgell, el Alcázar, el Publi, el Fantasio, el Savoy, el Fémina, el Club Coliseum, el Palacio del Cine, el Méliès, el Vergara, el Casablanca, el Palacio Balañá, el Diagonal, el Astoria y el Balmes. Últimamente, a esta lista se ha añadido el Icaria de la Vila Olímpica y el Comedia del paseo de Gràcia, a un paso de convertirse en uno museo Thyssen. En medio de esta oleada de clausuras, una buena noticia: acaba de reabrir el cine Aribau (la sala histórica, en la calle de Aribau, 5), el más grande de la ciudad.
El cine ha estado cerrado, los últimos meses, porque ha sido el escenario del espectáculo inmersivo
Abierto en 1962, con ‘West Side Story’
El Aribau es una sala con 62 años. Abrió el 7 de diciembre de 1962 con la proyección del musical

Con 1.174 butacas, el Aribau no solo es la sala más grande de Barcelona sino de Cataluña. Fue construido por el arquitecto Pere Ricart i Biot y decorado por Antoni Bonamusa, con dos esculturas de Pep Codó, que se instalaron en el vestíbulo. El interior del cine está decorado con paredes de hojas de plata viejas, obra de Jordi Domènech.
Reconvertido en multisalas
El año 2000, el Aribau se convirtió en unos multicines, con la apertura de cuatro salas más en el otro lado de la calle de donde está la sala original. Entre los años 2006 y 2018, el Aribau llegó a tener dos salas más, el Aribau Club, en la Gran Via de les Corts Catalans, 567, donde en 1936 había abierto el cine Doré, y que a lo largo de décadas fue también el cine Durruti, Dorado y Club Doré.