La Asociación de Publicaciones Periódicas en Catalán (APPEC) ha alertado en las redes sociales que el Ayuntamiento de Barcelona los había denegado el permiso para instalar un quiosco itinerante en el mercado del Borne. En el comunicado, la entidad lamenta que el consistorio haya rechazado la iniciativa alegando que no tenía «vinculación territorial» con el distrito de Ciutat Vella y que tampoco estaba «avalada por ninguna área o sector del Ayuntamiento de Barcelona». Todo ello ha generado un incendio a primera hora de la tarde que el gobierno de Jaume Collboni se ha apresurado a apagarlo enseguida. La Agencia Catalana de Noticias señala que el ejecutivo ha revisado de oficio la decisión y que finalmente sí que autorizará el quiosco itinerante.
En todo caso, la rectificación del consistorio no acaba de convencer la APPEC, que insiste en pedir una explicación más exacta de lo que ha pasado. La asociación, que agrupa diferentes revistas y publicaciones catalanas, insiste que el ejecutivo no les ha pedido disculpas y que se ha limitado a enviarles «un correo frío» con la única voluntad de «guardar el tema en un cajón». En este correo, que la entidad ha hecho público, el Ayuntamiento dice que valorará una nueva fecha para instalar el quiosco itinerante y los hará llegar una nueva propuesta. En un nuevo tuit en las redes sociales, los afectados creen que el Ayuntamiento ha rectificado por el «eco mediático» y la «oleada de indignación».

Qué es el quiosco itinerante del APPEC
La Revisteria –así se llama el quiosco itinerante que organiza la APPEC– es un tipo de caravana, al estilo Food Truck, que la entidad instala en diferentes acontecimientos, poblaciones o barrios para acercar las revistas de sus asociados a los vecinos. Una manera de «dar a conocer el amplio abanico de cabeceras en catalán» que hay al alcance de los lectores. La promoción de la lengua y cultura catalana es uno de los objetivos principales de la entidad, de aquí que en uno de sus primeros tuits –antes de la rectificación– hayan criticado al alcalde Jaume Collboni y el regidor de Ciutat Vella, Albert Batlle, la manera que tienen de promover «la cultura y la lectura en catalán».