Los entusiastas del transporte público están de enhorabuena. Este miércoles se ha podido ver un primer adelanto del gran plato fuerte de la conmemoración del centenario del metro de Barcelona. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha presentado dos de los cinco trenes históricos que la compañía ha restaurado para la ocasión. Concretamente, dos coches de las series 400 y 1100 ya se han instalado en la explanada frente al Centro Cultural La Farinera del Clot y se prevé que los otros tres restantes lo hagan entre esta madrugada y el transcurso de este jueves. La rehabilitación de los cinco fragmentos de convoyes ha costado más de dos millones de euros y formarán parte de una muestra que se podrá ver a partir de mediados de noviembre en este mismo espacio que da a la plaza de las Glòries. La exposición será gratuita y repasará este primer siglo de vida de la red del subsuelo de la capital catalana, permitiendo al visitante entrar en el interior de los trenes a través de un sistema de rampas y pasarelas.

Esta primera tanda de convoyes restaurados se encontraba, como la mayoría de esta parte del patrimonio barcelonés, conservada en bastante mal estado en las cocheras del Triángulo que la compañía tiene en el barrio del Bon Pastor. Esto ha hecho que el proceso para devolverles el esplendor perdido haya sido especialmente complejo, sobre todo teniendo en cuenta que algunos de ellos son centenarios y están declarados como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Los trabajos han consistido principalmente en la limpieza, la soldadura, la pintura y la colocación de vinilos de los coches. Una de las rehabilitaciones más costosas ha sido precisamente la de la serie 400, que dejó de funcionar en el año 1958 y ha costado más de un millón de euros. El resultado, sin embargo, es magnífico. El tren luce como si fuera nuevo y no hubiera estado desde finales de los ochenta guardado en un almacén acumulando polvo. El mismo aspecto formidable presenta el ejemplar de la serie 1.100, que entró en funcionamiento a principios de los setenta y se retiró del servicio durante la primera década del siglo XXI.

Una de las remodelaciones más esperadas es la del coche 126 de la serie 100, unos vehículos construidos por la Casa Girona del Poblenou que entraron en servicio en 1926 -solo dos años después del estreno del metro en la ciudad- y se retiraron en 1979, más de cinco décadas después. Completa esta muestra del patrimonio del subsuelo de la capital catalana un coche de la serie 300, que estuvo circulando por la red del subsuelo de la capital catalana hasta 1987, y otro de la serie 3.000. A partir de este jueves se comenzará a instalar una carpa de 1.200 metros cuadrados que protegerá los trenes, evitando que estén a la intemperie y puedan acabar siendo víctimas de pintadas por parte de grafiteros.

Hay que recordar que los trenes comenzaron a ser restaurados durante el 2024 en un proceso que ha contado con la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat. A todos los coches se les ha realizado una limpieza interior y exterior cuidadosa, se han hecho reparaciones del suelo, de los marcos, ventanas, puertas, paneles laterales y otros elementos para que puedan ser visitados. También se ha restituido la iluminación en las zonas de pasaje y cabina para disponer de luz cuando estén ubicados en el espacio de la exposición. En el exterior se han reparado desperfectos en chapas y se han recuperado los colores que tenían cuando dejaron de prestar servicio comercial.

Sin concreción sobre el reclamado proyecto del Museo del Transporte
En una atención a los medios de comunicación, la primera teniente de alcaldía y presidenta de TMB, Laia Bonet, se ha mostrado muy satisfecha por la llegada de los primeros coches “que son ya patrimonio de nuestra ciudad” y ha querido agradecer el esfuerzo de todas aquellas personas que harán posible “una exposición única muy significativa”. Bonet ha recordado que por primera vez los trenes salen de las “vías subterráneas del metro para exponerse en superficie” y que el trabajo para encontrar un espacio para los trenes en la ciudad ha sido complejo “por las dimensiones del material a exponer”.
La presidenta del operador metropolitano también se ha pronunciado sobre la reclamación que desde hace tiempo ponen sobre la mesa los defensores de esta parte del patrimonio barcelonés, la creación de un Museo del Transporte. «Es un proyecto que existe y desde TMB estamos trabajando en ello, pero también es evidente que hay muchos otros actores del transporte público implicados. Este debe ser un proyecto museístico que vaya más allá», ha dicho, sin querer precisar si se llevará a cabo la restauración de alguno de los ejemplares tanto del metro como de las líneas de bus o funicular que se conservan en las cocheras. Es importante remarcar que la Asociación Coordinadora Pro Museo del Transporte de Barcelona consiguió el pasado mes de agosto las firmas necesarias para poder llevar la propuesta al plenario del Ayuntamiento, que deberá posicionarse respecto a la iniciativa.

Abierta desde noviembre hasta enero
Bajo el título Los trenes del centenario. El patrimonio ferroviario del metro de Barcelona, la exposición se inaugurará la semana del 10 de noviembre y estará abierta hasta el 6 de enero con el siguiente horario: de lunes a viernes, de 10 h a 18 h, y los fines de semana, de 10 h a 19 h. Los días señalados como Navidad, San Esteban o Año Nuevo, los horarios podrían ser modificados. La elección de la explanada de la Farinera del Clot como escenario de la muestra no ha sido fútil. Este espacio era un lugar de paso de vías ferroviarias hasta hace unas décadas y también tenía allí sus talleres la compañía de los ferrocarriles de Tarragona, Barcelona y Francia (TBF).
