Cataluña es un país muy preciado por la variedad de pueblos y espacios naturales que conforman el territorio. La combinación de montaña y mar hace que sea uno de los destinos preferidos por el turismo, que cada año llenan los pueblos y ciudades catalanes. Barcelona es el destino escogido por buena parte de los visitantes internacionales, puesto que la combinación de ocio y patrimonio a descubrir la convierte en una de las grandes ciudades del mundo para viajar. Ahora bien, todo y las grandes valoraciones de la ciudad, la capital catalana también tiene sus detractores y despierta algunas críticas. Según el medio de comunicación británico ‘The Telegraph’, el peor monumento de la ciudad de Barcelona es la Sagrada Familia.
«Un edificio altísimo de nervaduras y pilares, que se balancea, se inclina, se abalanza y salta, deslumbrando con sus cristales de colores». Con estas palabras, el diario británico define la obra arquitectónica de Antonio Gaudí, todavía en construcción. De hecho, el mismo mediano endurece el tono con la catedral catalana y la tilde de la «catedral más fea del mundo», puesto que consideran que es como una iglesia fabricada con cera, pero que se está deshaciendo. Unas calificaciones que no hacen justicia a la Sagrada Familia, el principal reclamo de la ciudad de Barcelona en cuanto al turismo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las valoraciones sobre la iglesia son muy diversas, y normalmente de extremos. Por ejemplo, en la página web TripAdvisor, uno de los principales para buscar cosas a hacer y ver en la hora de viajar, las más de 200 reseñas hablan maravillas de la Sagrada Familia.
La Sagrada familia, todavía en construcción
A pesar de que todavía no está acabada, la Sagrada Familia ya empieza a acercarse al horizonte del final de su construcción. En los últimos siete años se han hecho grandes adelantos que se pueden ver a simple vista, especialmente por cómo ha ido ganando levantada el Temple Expiatorio de la Sagrada Familia gracias a la torre de Jesucristo y las torres de los evangelistas, una construcción que se finalizó el pasado octubre cuando se pudieron ver las cuatro torres de Lluc, Marc, Mateu y Joan por fin completadas.
