Los Mossos d’Esquadra tienen bajo custodia desde mayo del 2022 uno
La policía catalana desconoce completamente cuál es el origen de estos supuestos Miró. En los últimos años, los agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de los Mossos d’Esquadra no han recibido ninguna denuncia por robo que encaje con las características y descripción de las cinco obras gráficas. Esta situación no solo impide que los especialistas puedan determinar la autenticidad de las piezas en cuestión, sino que no hace nada más que alimentar el misterio y las incógnitas que rodean este peculiar caso.
Una denuncia y dos meses de seguimiento policial
Para encontrar los inicios de la investigación que culminó con la recuperación de estas piezas nos tenemos que remontar al mes de enero del 2022, cuando se denunció el robo de dos cuadros de Dalí en un piso del distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona. En concreto, los dibujos sustraídos eran dos de las ilustraciones que el artista ampurdanés realizó en 1922 expresamente para acompañar el libro
La rápida movilización de los agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico permitió confirmar que detrás de este robo había un grupo criminal especializado que se disponía a vender las obras en el mercado negro. Las indagaciones policiales pusieron a los efectivos sobre la pista de varias transacciones que acabaron frustradas con compradores de Zaragoza e incluso con marchantes chinos que tienen su base de operaciones en territorio catalán.
Todo ello se tradujo en un seguimiento de bien cerca de los movimientos del grupo que se alargó cerca de dos meses hasta que los agentes decidieron pasar a la acción y descabezar la organización con la detención de los principales responsables. En las diferentes entradas que se hicieron en los domicilios de los implicados se encontraron las pistas que llevaron a los policías hasta un contenedor que el grupo utilizaba como almacén, donde se encontraron escondidas las dos obras de Dalí.
Obras en tierra de nadie
El caso podría haber concluido en este punto si no fuera porque durante los cacheos se encontraron estas cinco obras gráficas atribuidas a Miró, además de otras piezas artísticas como dos pinturas que pertenecerían a la artista Paco Sola, que tampoco han sido reclamadas por su legítimo propietario todavía. Esta situación deja estas obras en una especie de limbo de difícil retorno que limita considerablemente la capacidad de actuación de los agentes, que se ven forzados a cerrar la investigación a la espera de nuevos indicios que permitan reabrirla.
Fuentes de los Mossos d’Esquadra consultadas por este medio remarcan que la policía no puede proceder a la autenticación de las piezas recuperadas hasta que no figure una denuncia por su robo. Esta circunstancia se explica por dos razones principalmente: porque este proceso de validación con expertos es muy costoso a nivel económico y porque, en caso de confirmarse que se trata de obras originales, los ladrones podrían reclamarlas como propiedad suya una vez concluidos los trabajos si sus legítimos propietarios no se pronuncian. Esto hace que los cuadros acaben inventariados y expuestos en la página web de Objetos Recuperados de la policía catalana, un catálogo donde figuran las piezas recuperadas en casi una veintena de operaciones diferentes y que todavía no han sido reclamadas. Es en esta especie de estantería virtual de objetos perdidos donde podemos encontrar imágenes tanto de las cinco supuestas obras de Miró como de las pinturas de Sola.
El misterio de su autenticidad
Para probar de poner luz al misterio sobre el origen de estos Miró recuperados, el TOT Barcelona se ha puesto en contacto tanto con la Fundació Miró de Barcelona como con las diferentes entidades que se encargan de gestionar el legado y el patrimonio de la obra del pintor barcelonés. Desde la Asociación para la Defensa de la Obra de Miró (ADOM) -una entidad con sede a París creada en 1985 y que se encarga de proteger y establecer la autenticidad de las piezas atribuidas a Miró- confirman que por ahora no han recibido ningún tipo de encargo para averiguar si las obras en cuestión son originales, pero sí que apuntan que a priori no se trata de reproducciones de grandes obras conocidas.
Este supuesto podría indicar que se trata de dibujos o litografías originales, puesto que las falsificaciones o reproducciones se acostumbran a hacer a partir de cuadros o ilustraciones más bien reconocidas. Aun así, una rápida búsqueda en internet revela que litografías idénticas a estas se están vendiendo por casi un millar de euros en páginas web de compraventa de arte. Desde la ADOM, sin embargo, insisten que hasta que no puedan analizar en persona las obras gráficas recuperadas es imposible extraer conclusiones respecto a su autenticidad. De hecho, para certificar que se trataría de piezas originales de Miró, la entidad tendría que reunir extraordinariamente un comité formato por siete miembros, entre los cuales hay descendientes del pintor barcelonés y especialistas en su obra, para que se pronunciaran y decidieran si se puede expedir un certificado de autenticidad.
Fuentes de la Sucesión Miró -la entidad que agrupa los herederos del artista y la titular exclusiva hasta el año 2063 de los derechos de su obra- contactadas por este medio han denegado hacer ningún tipo de declaración ni comentario sobre las cinco obras gráficas recuperadas ni sobre su posible origen. Por su parte, desde la Fundació Miró de Barcelona se han limitado a derivarnos a la ADOM.
Como funciona la Unidad de Patrimonio Histórico?
La Unidad de Patrimonio Histórico de los Mossos d’Esquadra es un grupo específico de agentes que hace casi de una década que está operativo. Inicialmente, este departamento dependía de la unidad de la División de Investigación Criminal que se encarga de los casos de robos con fuerza en domicilios, pero, con el tiempo, el cuerpo vio la necesidad de crear un equipo diferenciado para abordar delitos relacionados con el patrimonio tanto artístico como histórico.
Las investigaciones de este grupo especial -que cuenta con historiadores del arte y restauradores en sus filas- se inician con la interposición de una denuncia en una Oficina de Atención Ciudadana (OAC) y siguen un proceso parecido a los casos de robos en domicilios. Según remarcan desde el cuerpo policial, la principal diferencia, pero, se encuentra en las prioridades que se marca cada unidad para resolver los hechos. En el caso de la Unidad de Patrimonio Histórico, el objetivo principal es poder recuperar las piezas u obras sustraídas, por encima incluso de atrapar a los responsables del robo.
