A mediados del pasado mes de septiembre, los entusiastas del metro recibieron una noticia muy esperada. Con motivo de la celebración del primer siglo de historia del metro de Barcelona, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) restituyó oficialmente los cuatro pináculos originales de la estación de Liceu, recuperando de esta manera el aspecto que tenían las dos entradas de la parada cuando se inauguró el 5 de julio de 1925. Estos forjados se retiraron durante una de las reformas que se hicieron en las instalaciones. En concreto, fue en el año 2007, cuando se modificaron los accesos para adaptar la altura de las barandillas a la normativa de seguridad, perdiendo las pilastras de sujeción y los pináculos.
Los forjados modernistas se habían conservado todo este tiempo en un almacén ubicado en las cocheras de TMB en el barrio del Bon Pastor, donde compartían espacio con vehículos y convoyes emblemáticos que aún esperan volver a ver la luz en el futuro. La recuperación de estas estructuras es una reivindicación que venía de lejos. En un procedimiento de oficio del 2012, el Síndic de Greuges de Barcelona ya pedía al ejecutivo local estudiar la posibilidad de dar marcha atrás y recuperar las estructuras de hierro forjado que adornaban la estación. En la misma línea se pronunciaba el Síndic en 2016 a raíz de una queja ciudadana. Durante la última década, diversos grupos municipales como ERC o el PP, se habían hecho eco de las reivindicaciones ciudadanas para intentar presionar al gobierno local. Todos los intentos, sin embargo, habían resultado hasta ahora infructuosos, a pesar de que las estructuras se encontraban en buen estado de conservación.
A Rocafort… pic.twitter.com/jvL6rqPGKN
— Coordinadora Pro Museu Transport de Barcelona (@MuseuTransport) December 15, 2025
Una de las entidades que más ha remado para conseguir esta restitución ha sido la Asociación Coordinadora Pro Museo del Transporte de Barcelona, que lucha por conseguir un espacio donde poder aglutinar el fondo de vehículos históricos de la capital catalana, ahora desmembrado y, en muchos casos, conservado en muy mal estado. A raíz de la recuperación de los forjados, la entidad ha querido reivindicar esta semana a través de las redes sociales que estos pináculos no solo estaban ubicados en la estación del Liceu, sino que también presidían los accesos de varias de las paradas de la red del subsuelo de la capital catalana. Desde TOT Barcelona os proponemos esta semana hacer este recorrido por los pináculos desaparecidos del metro y los Ferrocarriles que han quedado como un recuerdo de los inicios de estas infraestructuras en nuestra ciudad.
Urgell

Universitat

Arc de Triomf

Avenida de la Luz

Plaça Catalunya (Ferrocarrils)

La Rambla

Plaça Catalunya (carrer de Bergara)

Plaça Catalunya

Urquinaona


