La Sagrada Familia ya se ha convertido en el edificio más alto del tejido urbano de Barcelona. Este jueves, el emblema de la capital catalana ha alcanzado los 155,58 metros de altura, justo por encima de los 154 metros de la Torre Mapfre y el Hotel Arts, los dos edificios más altos de la capital desde 1992. Este, sin embargo, aún no es el final de la basílica barcelonesa, ya que se prevé que en los próximos meses alcance los 172,5 metros de altura con la culminación de la torre de Jesucristo, poco menos de los 177,72 metros de la montaña de Montjuïc. Ahora bien, hay que tener en cuenta que en el conjunto de Barcelona todavía hay un edificio más alto. Se trata de la Torre de Collserola, situada fuera del tejido urbano de la ciudad y con 244 metros de altura.
En los últimos meses, las obras de la Sagrada Familia han continuado avanzando según los plazos estipulados. De hecho, en las últimas semanas, la basílica de Antoni Gaudí ya ha recibido las primeras piezas que formarán parte de la cruz de la Torre de Jesucristo. Concretamente, ya se han recibido los elementos del brazo inferior. A partir de este momento, se realizan los trabajos in situ para montar las diferentes piezas, como son vidrios y detalles interiores. Una vez finalizados los trabajos, se colocará la pieza entera. Ahora bien, el mirador de la Cruz no estará abierto al público hasta 2027, aunque todavía no se han concretado más las fechas. En estos momentos, las torres de los cuatro evangelistas, Lucas, Marcos, Juan y Mateo -de 123 metros de altura cada una- rodean la Torre de Jesucristo, que se encuentra al lado de la Torre de la Madre de Dios, que mide 138 metros.
El hito que alcanzará la Sagrada Familia
Por ahora la Sagrada Familia ya es el edificio más alto de la ciudad de Barcelona. Sin embargo, una vez esté completamente terminada, se convertirá en la iglesia más alta del mundo, superando a la Catedral de Ulm, en Alemania, que tiene 162 metros de altura. Antoni Gaudí ya ideó esta basílica con el objetivo de que se convirtiera en el edificio más alto de la ciudad, pero quiso que fuera ligeramente más baja que la montaña de Montjuïc -con 177,72 metros de altura- porque consideraba que la obra humana no podía superar la de la naturaleza.
