El Centro Martorell de Exposiciones, el primer museo público de Barcelona –antes llamado Museu Martorell– y el edificio más antiguo de la Ciutadella, se ha convertido en uno de los ejes clave del proyecto conocido como Ciutadella del Coneixement. El edificio es, junto con el recién estrenado Hivernacle y el Zoo, uno de los equipamientos más interesantes de este nuevo polo cultural que quiere hacer crecer Jaume Collboni. El proyecto, que viene del mandato anterior, recuperó el edificio a inicios de 2024 –ya se han hecho algunas exposiciones– y continúa poniéndolo a punto para esta nueva etapa.
La comisión de gobierno ha aprobado en noviembre la última fase del proyecto de renovación, que centra ahora las obras en el exterior. El ejecutivo socialista ha validado finalmente un presupuesto de 644.741 euros para arreglar los desperfectos de las fachadas, lo que supone un incremento del 15% respecto al proyecto original. El presupuesto aprobado el 30 de mayo de 2024 era de 559.243 euros, es decir, 85.497 euros más bajo que ahora. La inflación, los costos de los materiales y la incorporación de un estudio sobre la biodiversidad –el informe que avala la compatibilidad de los trabajos con la fauna y flora de la Ciutadella– han encarecido ligeramente el proyecto.
Esta nueva fase debe restaurar la arquitectura de la fachada y dotar de seguridad los elementos patrimoniales que hay, con criterios de biodiversidad. Las obras prevén limpiar los elementos de piedra –que en su día se extrajeron de la cantera de Montjuïc– y también rehabilitará los elementos ornamentales y escultóricos más antiguos. En este sentido, el proyecto de la reforma apunta que “se optará siempre por los procesos y materiales que resulten menos invasivos respecto de los sistemas y materiales constructivos originales”.
Con el paso de los años, el edificio se ha ido desgastando y también ha habido humedades. Por lo tanto, las obras también mejorarán las ventanas de los lados para que drenen bien el agua y se eviten las filtraciones. También se incorporarán elementos que doten de mejor seguridad las ventanas y protecciones contra las aves en la zona de la cubierta. La idea de esta nueva fase es recuperar hasta donde se pueda la identidad original del museo, adaptándolo a las nuevas necesidades. La consejera de Cultura Natàlia Garriga afirmaba el año pasado, durante la presentación de las primeras exposiciones, que se quiere adaptar el equipamiento a “un contexto de crisis climática”.
Diversas reformas en marcha
La intención tanto del ejecutivo municipal como de la Generalitat de Catalunya, que en total habrán invertido unos 6 millones de euros en el edificio una vez se complete toda la reforma, es adaptarlo a la nueva realidad. El nuevo museo dispone de dos salas de exposiciones y una sala polivalente, ofrecerá exposiciones científicas y pretende tener vocación nacional. El alcalde, Jaume Collboni, canalizó la reforma hacia la recuperación “de la historia de Barcelona” y, también durante la presentación de las nuevas salas de exposiciones, recordaba que se reformarán otros edificios como el Castell dels Tres Dragons. Las obras, ya en marcha, cuestan en este caso unos 8 millones de euros. La Ciutadella del Coneixement también tiene el Hivernacle a punto y ha diseñado la reestructuración del Zoo de Barcelona.
