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La joya de la corona del Portal de la Pau espera su regreso

Maite Toneu es una de las conservadoras veteranas del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC). Estas instalaciones ubicadas a solo unos metros de la estación de Valldoreix de los Ferrocarriles están operativas desde 2003, cuando se trasladaron a este edificio de nueva construcción después de una trayectoria de más de dos décadas en el Monasterio de Sant Cugat del Vallès. La restauradora -que está a punto de jubilarse- recuerda especialmente de su dilatada trayectoria la recuperación de la obra El gran día de Girona de Ramon Martí Alsina, expuesta en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), o las tareas en marcha para sacar del estado ruinoso un fresco barroco de la iglesia de Santa María de Guissona. En este mismo taller de restauración, sin embargo, hay un cuadro que lleva catorce años esperando poder regresar a su emplazamiento original y que ha sido objeto de una de las actuaciones más complejas llevadas a cabo por el equipo de profesionales del centro. Hablamos de la obra El port de Barcelona (1887), una pintura al óleo sobre tela de gran formato -250 centímetros de altura por 480 de largo- que lleva la firma de Eliseu Meifrèn (1859-1940).

La pieza llegó a manos del CRBMC a finales de 2010 después de varias décadas presidiendo una de las salas principales del Portal de la Pau. El Port de Barcelona la había cedido solo un año antes al Museo Marítimo de Barcelona (MMB) para que formara parte de la exposición Barcelona: Una ciudad, un puerto, celebrada entre los meses de junio y agosto de 2009. Fueron los mismos técnicos del equipamiento quienes se dieron cuenta del mal estado de conservación de la obra, que presentaba un riesgo importante de desprendimiento de la policromía, y realizaron una primera intervención de urgencia. Toneu fue la encargada de dirigir el proyecto de restauración integral, que se prolongó durante casi siete meses y tuvo un costo de 60.000 euros. Los estudios iniciales ya revelaron entonces que buena parte de las patologías de la pintura eran provocadas por una actuación que se había llevado a cabo casi tres décadas antes y que había generado graves deformaciones en el óleo agravadas por el paso del tiempo. «Había sido retocado y repintado utilizando criterios invasivos. Le habían provocado humedades… No sabemos quién lo hizo, pero sí que no era un restaurador de carrera como quien dice», señala en declaraciones a TOT Barcelona la conservadora, que coordina el departamento de pintura sobre tela del centro.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Visita a las obras de reforma del Portal de la Pau durante diciembre de 2023 / Jordi Play

Tras un proceso difícil en el que intervinieron hasta cuatro restauradores, el cuadro de Meifrèn recuperó su esplendor original a finales de 2011. Para llegar a este punto, los profesionales del CRBMC tuvieron que limpiar primero la capa más superficial de la pieza para poder luego eliminar los repintados, las masillas y el barniz degradado, así como la tela añadida en la restauración chapucera mencionada antes. Una vez concluida esta primera fase, trabajaron en la delicada reintegración de los colores. «Hicimos una intervención mínima respetando la obra, pero no fue fácil. Después de la actuación, la obra tuvo que estar un tiempo en observación para ver si se levantaba la pintura o quedaba estabilizada», precisa Toneu. La intervención culminó con la protección del reverso de la tela para minimizar las oscilaciones de temperatura y humedad y aislarla del polvo. Todo fue un éxito y el óleo quedó a la espera de ser devuelto a la autoridad portuaria, que entonces ya empezaba a plantear la remodelación del Portal de la Pau. Un edificio con más de ciento diecisiete años de historia que pedía a gritos una restauración después de funcionar desde 1918 y hasta 2008 como sede directiva de las instalaciones marítimas antes de que estas se trasladaran al World Trade Center Barcelona. El papel que debía tener el cuadro en cuestión generaba consenso: la joya de la corona de un renovado Portal de la Pau.

El cuadro 'El port de Barcelona (1887)' de Eliseu Meifrèn durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC
El cuadro ‘El port de Barcelona (1887)’ de Eliseu Meifrèn durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC

Una segunda obra oculta bajo la piel exterior

La restauración de la pintura, sin embargo, vino acompañada de un hallazgo sorprendente. Antes incluso de los trabajos sobre el óleo, se llevó a cabo un análisis del óleo utilizando rayos infrarrojos. Estos revelaron que bajo la capa superficial había trazos que indicaban la existencia de una obra primitiva que había sido cubierta. Se decidió someter la obra a rayos X, un proceso que permitió descubrir bajo la piel exterior del cuadro otro de las mismas dimensiones y finalizado. Se trata de otro paisaje que, en contraste con la calma que transmite la pieza actualmente, muestra un mar embravecido presidido por un barco a la deriva que se inclina hacia la izquierda, navegando en la tormenta y flanqueado por varias gaviotas. Lleva la firma del artista, lo que indica que hablamos de un trabajo completo que, por alguna razón, Meifrèn quiso modificar pintando encima.

La principal hipótesis con la que trabaja el CRBMC es que el cuadro formara parte de una exposición que realizó el autor en la que no recibió muy buenas críticas y tampoco logró vender la obra en cuestión. Esto hizo que optara por rehacerlo, aprovechando la base para crear una pieza diferente, más armoniosa y no tan realista. Se considera que este óleo evidencia el cambio de estilo que experimentó el pintor a finales del siglo XIX, cuando se va a París y se nutre de un movimiento artístico entonces aún muy incipiente, pero que acabaría desembocando en la corriente impresionista. Un estilo que precisamente huía de este realismo más académico a través de pinceladas rápidas y del juego con la luz de las piezas.

El cuadro primitivo oculto bajo la obra 'El port de Barcelona (1887)' de Eliseu Meifrèn y descubierto durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC
El cuadro primitivo oculto bajo la obra ‘El port de Barcelona (1887)’ de Eliseu Meifrèn y descubierto durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC

La guinda para un rompecabezas de rehabilitación

El cuadro de Meifrèn debería haber sido devuelto al Port de Barcelona hace más de una década. La falta de espacio de almacenamiento adecuado primero y la sensibilidad de la obra después han hecho que se optara por conservarlo en el centro de restauración hasta que pueda colocarse de nuevo en el Portal de la Pau. Después de un camino no exento de dificultades, los trabajos de remodelación del edificio se reiniciaron en octubre de 2023 después de un lapso de veintinueve meses detenidos. Durante este tiempo, se tuvo que reformular el proyecto de reforma, dado el estado real de conservación del inmueble que encontraron los arquitectos una vez iniciadas las primeras actuaciones en 2015. Con la nueva hoja de ruta, que hizo aumentar el presupuesto en cerca de cinco millones para poder salvar todos los obstáculos sobrevenidos, el recinto tenía previsto volver a abrir las puertas de cara al verano de 2025 y después de una inversión total de 15,6 millones de euros. Cabe recordar que el TOT Barcelona pudo visitar en diciembre de 2023 las obras del Portal de la Pau para comprobar desde dentro cómo se estaba recuperando el edificio, una operación convertida en un verdadero rompecabezas.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Visita a las obras de reforma del Portal de la Pau durante diciembre de 2023 / Jordi Play

La reanudación de las obras en octubre tras la celebración de la polémica Copa América evidenció que ese horizonte era demasiado optimista. La autoridad portuaria confirma que se ha tenido que modificar puntualmente el proyecto por una serie de criterios técnicos y para ajustar unos flecos. Según ha podido saber el TOT Barcelona, estos cambios implican un sobrecosto de cerca de 1,5 millones de euros que se añaden a los 15,6 ya presupuestados. Con todo, los operarios trabajan contrarreloj para poder tener lista la reforma antes de terminar este año 2025. Una de las señales inequívocas que indican que el equipo encabezado por el arquitecto Jordi Julián encara -ahora sí- la recta final de los complejos trabajos es que ya se ha comenzado a estudiar qué vitrina se colocará para proteger el cuadro de Meifrèn y mantenerlo estable. De hecho, en los próximos días tendrá lugar una reunión con una de las empresas especializadas líderes del sector. La operación podría acabar cerrándose por un precio superior a los 200.000 euros. «El cuadro se lo merece y lo echaremos de menos. Después de tantos años aquí, ya forma parte un poco de este laboratorio», reconoce Toneu.

El cuadro 'El port de Barcelona (1887)' de Eliseu Meifrèn durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC
El cuadro ‘El port de Barcelona (1887)’ de Eliseu Meifrèn durante su restauración hace más de una década en el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) / CRBMC

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