Tot Barcelona | Notícies i Informació d'actualitat a Barcelona
La diáspora de cuadros falsos descubierta por el Degas barcelonés

Düsseldorf (Alemania), 14 de septiembre de 2024. La subasta de un cuadro atrae la atención de algunos especialistas en el mercado del arte como Javier Moreno. La pieza se presenta como un estudio preparatorio de la obra Coronación de la Virgen, uno de los clásicos del pintor Doménikos Theotokópoulos, más conocido por el sobrenombre del Greco. Existen al menos cinco versiones diferentes de este lienzo, la más conocida de las cuales data del 1592 y está expuesta en el Museo del Prado de Madrid. La casa de subastas Hargesheimer de la ciudad alemana indica en la descripción de la licitación que el boceto proviene del Taller del Greco y que durante un tiempo perteneció a la Colección Carreras de Barcelona. Este último dato levanta las sospechas de otros entendidos en el sector como la historiadora del arte Beli Artigas, autora del blog Criticart, que rápidamente se pone en contacto tanto con Moreno como con los responsables de la venta. ¿La razón? La pieza salió del mismo lugar que el polémico pastel atribuido a Edgar Degas y vendido por «error» por solo 926 euros, por lo que podría tratarse de una falsificación.

Desde la casa de subastas databan la obra alrededor del 1600 y basaban las afirmaciones sobre su procedencia en una serie de estudios antiguos. Uno de estos es un catálogo de la obra del Greco que se remonta a los años cincuenta y en el cual se incluye una fotografía de la pieza que pertenece al Archivo Mas del Institut Amatller d’Art Hispànic. Las comprobaciones de Artigas permiten confirmar que la imagen efectivamente existe. Sin embargo, la misma instantánea nos da una información reveladora sobre su autenticidad: anotado en lápiz sobre la ficha de la fotografía se indica que la pintura retratada es «falsa«. Esto supone que una de las fuentes principales en las que se basaban los responsables de la venta para reafirmar la autenticidad del lienzo ya lo reconoce como una copia no original y menos salida del Taller del Greco, poniendo en duda de paso el resto de la documentación aportada.

El aviso de la historiadora del arte parece que no tuvo el efecto deseado. Tal como figura en la página web de la compañía Hargesheimer, este supuesto estudio preparatorio de Coronación de la Virgen se acabó vendiendo por 7.000 euros. Ahora bien, algo extraño pasó con la licitación, ya que la misma casa de subastas de Düsseldorf tuvo que volver a sacar a concurso la obra unos meses después a pesar de haberse adjudicado inicialmente por un precio superior a los 11.000 euros, según señala Moreno. ¿El comprador se echó atrás por las dudas sobre la autenticidad que presentaba la pieza? ¿Fue la misma casa la que decidió detener la subasta hasta que se pudiera determinar la procedencia real del cuadro? Es un enigma. Sí que sabemos, sin embargo, que la misma empresa alemana ha trabajado recientemente con al menos dos lienzos más atribuidos a la escuela o al taller del Greco, uno que se vendió por 4.200 euros y otro que aún está disponible por un precio de salida de 30.000 euros. Ninguno provendría de la Colección Carreras, de la cual sí que hay más piezas fotografiadas e inventariadas en el Archivo Mas.

La saga de los Mas y una clasificación problemática

A raíz de este caso destapado por Artigas, los responsables del Institut Amatller d’Art Hispànic se dieron cuenta de que el Archivo Mas está clasificado de una forma que podía inducir a equívoco. Buena parte del fondo proviene del antiguo Estudio de Fotografía A. Mas, fundado en 1901 por Adolf Mas (1860-1936). La proximidad de este fotógrafo con los círculos artísticos de la época lo convirtieron en el retratista de referencia de personalidades como el arquitecto Josep Puig i Cadafalch y le otorgaron una amplia cartera de clientes entre los cuales el Institut d’Estudis Catalans, la Junta de Museos de Barcelona o el Centro de Estudios Históricos de Madrid. De ahí que muchas de las instantáneas conservadas sean de obras de arte o edificios modernistas. Sin embargo, en el mismo fondo también hay imágenes realizadas por su hijo, Pelai Mas (1891-1954), quien desde 1916 trabajaba codo a codo con su padre y se encargó de muchos de los reportajes fotográficos de confiscaciones de arte llevadas a cabo durante los años de la Guerra Civil, tal como precisa la historiadora del arte. Esta circunstancia hace que coincidan en una misma categoría instantáneas de obras originales con otras de reproducciones y falsificaciones requisadas por las autoridades.

Ficha de la variante de la obra 'La Sagrada Familia' del Greco que procede de la Colección carreras y que figura en el Archivo Mas como
Ficha de la variante de la obra ‘La Sagrada Familia’ del Greco que procede de la Colección carreras y que figura en el Archivo Mas como «falsa» / Archivo Mas (Cedida)

Es el caso, por ejemplo, de esta Coronación de la Virgen, supuestamente del Taller del Greco, o de una variante de la obra La Sagrada Familia del mismo autor, que figura en el archivo como procedente de la Colección Carreras y que también está marcada en lápiz como «falsa». De esta segunda se desconoce su paradero actual, pero todo hace pensar que debe pertenecer actualmente a un fondo privado. El mismo supuesto sería aplicable en el caso del polémico Degas, del cual se tenía constancia en el Archivo Mas -aunque la fotografía no aparece en ningún lado- precisamente porque fue requisado por las autoridades republicanas en 1937 en un piso del barrio de Gràcia. Concretamente, en el principal 2a del número 15 de la calle de la riera de Sant Miquel. Este domicilio tenía como inquilino precisamente a Josep Carreras Obrador (1900-1964), el dibujante y comerciante que da nombre a la colección discutida y que, al finalizar la guerra, fue juzgado por apropiarse de obras y patrimonio que había sido expoliado a particulares y con el cual comerciaba.

'La Coronación de la Virgen', El Greco / Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
‘La Coronación de la Virgen’, El Greco / Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

Arte ‘low cost’ para la posguerra

Las principales sospechas son que Carreras comandaba una pequeña mafia dedicada a la compra-venta y falsificación de arte. Lo hacía de la mano de socios como el comerciante Francesc Marió Ricart, la persona que después del conflicto reclamó el Degas requisado de este piso en Gràcia y que lo vendió en 1940 al empresario y coleccionista sabadellense Joan Llonch Salas. Los descendientes de este serían precisamente quienes lo pondrían el pastel a subasta 80 años después por un precio de salida de un euro a través de la plataforma Todocolección. De la confiscación que tuvo lugar en el domicilio de la riera de Sant Miquel salieron varios cuadros de autores como Velázquez, Picasso o el mismo el Greco. Ninguno de los cuales piezas originales, sino reproducciones de no demasiada calidad.

Detalle de 'Elogio del maquillaje', una pieza atribuida al pintor francés Edgar Degas/ Europa Press
Detalle de ‘Elogio del maquillaje’, una pieza atribuida al pintor francés Edgar Degas/ Europa Press

«Esta actividad debe entenderse en un contexto de guerra y posguerra. Las familias se encuentran con las casas vacías y las tienen que volver a llenar. Por eso, compran cualquier cosa para decorar. Creo que los Llonch sabían lo que estaban comprando porque, si hubieran querido, podrían haberse hecho con un Degas original», reflexiona Artigas, que mantiene que la pieza en cuestión es falsa, una hipótesis cada vez más sólida y que incluso ha recibido la validación del Musée d’Orsay de París, uno de los grandes especialistas en la obra del pintor impresionista francés. La historiadora del arte cree que Carreras no era el único con un negocio de compra-venta de falsificaciones y copias que funcionaba en Barcelona y sitúa las sospechas sobre dos figuras aún bastante enigmáticas como las de los coleccionistas de arte Lluís Quer y Eduard Schafer.

Josep Carreras (izquierda) con su segunda esposa Ángeles Ferrando (segunda por la derecha) y su hijo Joan en el medio / Cedida
Josep Carreras (izquierda) con su segunda esposa Ángeles Ferrando (segunda por la derecha) y su hijo Joan en el medio / Cedida

En cuanto a Carreras, gracias a la información facilitada por algunos de sus descendientes se han podido recuperar fotografías antiguas suyas e incluso un cuadro que pintó y firmó. La pieza en cuestión es un retrato que hizo de su segunda esposa -el hombre fue uno de los primeros en divorciarse del Estado- Ángeles Ferrando (1926-2010), con quien se llevaba 20 años y tendría un hijo en 1946, Joan Carreras. La obra no destaca especialmente por su ejecución, lo que hace sospechar a los especialistas que él no tenía grandes dotes como pintor, aunque quizás sí como copista. En todo caso, este lienzo quedó en propiedad de la familia hasta nuestros tiempos por su valor sentimental y nunca fue vendido.

El retrato que Josep Carreras dedicó a su segunda esposa Ángeles Ferrando / Cedida
El retrato que Josep Carreras dedicó a su segunda esposa Ángeles Ferrando / Cedida

No pasó lo mismo con la obra Retrato de señora (marquesa de Sevigny), de autor desconocido y que supuestamente data del siglo XIX. La obra fue donada por el mismo Carreras en 1943 al Museo del Prado, que aún la guarda como parte de su fondo. Las preguntas en este caso son inevitables. ¿Estamos hablando de una falsificación o de la copia de otro cuadro? ¿Su procedencia es ilícita? ¿Cuántas piezas más provenientes de esta discutida colección hay repartidas por el mundo?

'Retrato de señora (marquesa de Sevigny?)', Anónimo / Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
‘Retrato de señora (marquesa de Sevigny?)’, Anónimo / Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa