La histórica Torre del Fang de la Sagrera, un edificio protegido, vuelve a estar ocupada. Abandonado y en desuso desde hace años y lleno de grafitis, el inmueble y su entorno son un nido de suciedad. Fuentes vecinales explican que hace un par de meses que vuelven a malvivir allí grupos de personas en barracas hechas con plásticos y madera. No es la primera vez que pasa. En 2018, incluso, se ocupó el interior; en 2019, un incendio dejó una decena de heridos leves, y en plena pandemia, en 2020, los alrededores eran un gran asentamiento.
«Ahora cada vez hay más gente. Hay un efecto llamada», explica un vecino al TOT Barcelona. La presencia de chabolas no se limita a la Torre del Fang, una masía de origen medieval, sino que se extiende sobre el futuro parque lineal que se construirá sobre las vías del AVE, entre San Andreu y la Sagrera, y que tendrá una longitud de unos cuatro kilómetros. Bajo el puente de Bac de Roda, diseñado por Santiago Calatrava, hay otro asentamiento, igual que en una zona próxima a la futura estación del tren de alta velocidad. El puente de Calatrava también está bastante degradado, con grafitis que nadie limpia.
Obras, la segunda mitad del año
Fuentes municipales explican que el proyecto de reurbanización del entorno de la Torre del Fang empezará este año, momento en el que ya se habrán tenido que desalojar los campamentos. Según el Ayuntamiento, en estos casos, y siempre desde la voluntariedad de cada persona, se ofrecerán servicios de atención en función de la vulnerabilidad y disponibilidad de los diferentes servicios de alojamiento del programa de atención a las personas sin hogar.

Lluís Domènech, director de arquitectura de la sociedad Barcelona Sagrera Alta Velocidad, explicó en el último consejo de barrio de la Sagrera del 2023 que las obras de urbanización se iniciarán durante la segunda mitad del año y se espera que estén acabadas a principios de 2025. El presupuesto de estos trabajos será de 1,5 millones de euros, confirma el consistorio. Miquel Catasús, vocal de la asociación de Vecinas y Vecinos Clot-Camp de l’Arpa, recuerda que esta parte de la urbanización ya se tendría que haber hecho el verano pasado.
Un centro de memoria histórica
De momento, lo que continuará en los cajones municipales será la recuperación del inmueble como equipamiento. «Ahora mismo, la única previsión es el entorno», dice el Ayuntamiento. Todavía están para decidir los futuros usos del edificio, pero lo más probable es que sea un centro de interpretación y memoria histórica de los barrios de los alrededores, especialmente de San Martí de Provençals, y su pasado agrícola, a pesar de que también se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que fuera un centro informativo del nuevo parque lineal que se tiene que construir, explica Catasús. En todo caso, el espacio tendrá que estar abierto a todos los barrios y con un enfoque pedagógico para las escuelas.
El verano del 2018, hace cerca de seis años, todos los grupos municipales aprobaron una propuesta del PDeCAT para recuperar la Torre del Fang. Se constituyó una mesa con las entidades para definir los futuros usos y el calendario, pero la mesa no se ha vuelto a reunir desde antes de la pandemia. «Nuestra prioridad es que este mandato se rehabilite la torre, es decir, que una vez se haya acabado la primera fase de la urbanización, se recupere el edificio. No tendría sentido dejarlo cómo está. Una vez hecho el equipamiento, ya se acabará el resto de la urbanización», valora Catasús. Y lo primero que hay que hacer para que sea una realidad es dotar la torre de un presupuesto en el plan de inversiones.

Durante la construcción de el túnel del AVE, que une las estaciones de la Sagrera y Sants, la intención era derribar la Torre del Fang, a pesar de su valor histórico y patrimonial, pero la fuerte oposición vecinal y política hizo que el gobierno de Jordi Hereu, entre los años 2006 y 2011, se lo repensara. Esto obligó a micropilotar el edificio con cuatro vigas y cableado de acero para evitar que el malogrado inmueble, de 750 m² y dos plantas, cayera durante la construcción del túnel, informó 
A pesar de que no se conoce con exactitud el año de construcción, algunos estudios sitúan el origen de la Torre del Fang en el siglo XII. Situada en la calle del Clot, 228, el 
Se bombardeó Barcelona desde la torre
Levantada en el camino real que conducía desde el portal Nou de las murallas de Barcelona hasta los pueblos de San Martí de Provençals y Sant Andreu del Palomar, durante la guerra de 1714 fue usada por las tropas borbónicas para bombardear la ciudad. Y durante la expansión del ferrocarril, a mediados de siglo XIX, se convirtió en una fábrica de material de construcción, dice el consistorio en su página web. Desde entonces, convive con el tren, puesto que su alrededor se hicieron algunas de las primeras vías de la ciudad. Antes de cerrarla, funcionó como servicio de normalización lingüística, centro de recursos pedagógicos y archivo de Sant Martí.


