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Una mirada inédita del renacimiento de un símbolo de la Barcelona marítima

Un centenar de esculturas flanquean en estos momentos la fachada posterior del Portal de la Pau. Su colocación en hileras perfectamente ordenadas y su imponente presencia recuerda inevitablemente a los guerreros de terracota encontrados en los años setenta en la provincia china de Shaanxi. Como sus homólogos asiáticos, estos elementos guardan con cautela uno de los accesos a este emblemático edificio centenario del frente litoral de la capital catalana a la espera de una nueva vida, una suerte de renacimiento que en el caso de las céntricas instalaciones barcelonesas llegará a finales del mes de julio del 2024.

Esta es la fecha que tiene fijada el equipo encabezado por el arquitecto Jordi Julián para terminar las tres fachadas principales del recinto, coincidiendo con la celebración de la Copa América de Vela en la ciudad. La rehabilitación de este edificio con más de 116 años de historia se plantea casi como uno de los doce trabajos de Hércules por su gran complejidad y por la cuenta atrás que pesa sobre los responsables de los trabajos, que calculan pueden acabar toda la reforma de las instalaciones en unos 18 meses, teniendo en cuenta que las obras permanecerán paradas durante los tres meses que durará el acontecimiento deportivo.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Las cerca de un centenar de esculturas que coronaban hasta ahora el edificio del Portal de la Pau colocadas cómo si fueran los guerreros de terracota / Jordi Play

Refuerzo invisible del esqueleto

El TOT Barcelona pudo visitar la semana pasada el Portal de la Pau de la mano del equipo de Julián para comprobar como avanzan estas difíciles tareas. Una vez superadas las rengleras de los particulares guerreros de terracota del edificio enfundado completamente en una malla amarilla que esconde los andamios, el visitante se encuentra con el esqueleto de la gran sala hipóstila llena de columnas de hierro forjado que albergará el futuro centro de divulgación de la actividad portuaria.

El espacio se encuentra actualmente sin techo y lleno de los escombros que se van acumulando de los derribos que los operarios van llevando a cabo en el interior del recinto, pero conserva un ápice del aspecto magnánimo original gracias a las grandes columnas y pilares que sustentan la estructura. Una de las primeras acciones que impulsaron los responsables de los trabajos en esta sala fue la consolidación de los cimientos, motivo por el cual rebajaron el suelo existente unos cerca de 85 centímetros para reforzar las columnas con hormigón. Esta actuación también permitirá a los trabajadores colocar en este espacio entre el suelo y el cimiento todas las instalaciones de suministros y servicios del edificio, que quedarán sepultadas e invisibles para el visitante una vez terminada la reforma.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Estado actual de la gran sala hipóstila llena de columnas de hierro forjado que albergará el futuro centro de divulgación de la actividad portuaria / Jordi Play

Subiendo peldaño a peldaño el enorme andamio, queda al descubierto la piel cobriza de ladrillos que se encontraba bajo el revestimiento amarillento con el cual se cubrieron todas las fachadas, que ya ha sido completamente eliminado. Sobre la pared se pueden ver los cosidos de hormigón que han tenido que hacer los operarios para cerrar las diferentes grietas que han ido detectando a lo largo de todo el proceso.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Vista desde la primera planta de la gran sala hipóstila llena de columnas de hierro forjado sin el techo / Jordi Play

Una vuelta para romper el espejismo

Siguiendo el recorrido, un entramado de pasarelas conecta la fachada posterior con el majestuoso salón que durante cerca de una década ocupó el Mundial Palace, el restaurante de lujo que se ubicó en este espacio hasta el 1918. A pesar del mal estado de conservación de toda la planta -el equipo de arquitectos calcula que solo se podrán preservar el 20% de los elementos decorativos originales-, las columnas ornamentadas supervivientes y sus capiteles permiten al visitante hacerse una idea de la majestuosidad que debía de tener la sala en sus orígenes.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
La decoración que sobrevive del majestuoso salón que durante cerca de una década albergó el restaurante de lujo Mundial Palace / Jordi Play

Este espejismo del espléndido pasado de esta parte del recinto será, sin embargo, todavía más evidente cuando los operarios derriben el falso techo que se colocó en reformas posteriores para ganar una planta más de oficinas para la autoridad portuaria, dejando así al descubierto la gran vuelta con un arco de cerca de diez metros que presidía originalmente el salón. La desaparición de este altillo tendrá un enorme impacto visual, puesto que el espacio pasará de tener una altura de poco más de seis metros a casi once.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Vista exterior de la gran vuelta con un arco de cerca de diez metros que presidía originalmente el salón de la primera planta / Jordi Play

Réplicas para la decoración desaparecida

Otra de las actuaciones que más cambia la fisonomía hasta ahora asociada en el Portal de la Pau es el derribo de la remonta de la fachada que se colocó precisamente para ganar este piso extraordinario de cerca de tres metros de altura. La demolición de este altillo -que ya se ha ejecutado- ha permitido liberar el espacio que se convertirá en una gran terraza panorámica que dará la vuelta a todas las instalaciones, pero también ha servido para ver como buena parte de la decoración del tramo central del tejado donde descansa la gran vuelta está completamente mutilada, solo conservándose una de las cuatro caras.

Para poder recuperar el aspecto original de esta parte del edificio, los responsables de la remodelación se han basado en la documentación y las fotografías antiguas del recinto recuperadas para reproducir simétricamente la cara preservada en las otras tres cambiándola para poder restaurar los elementos ornamentales eliminados. Un sistema pareciendo se utilizará en el caso de las esculturas que flanquearán todo el tejado, de las cuales no se conservará ninguna de las originales. Los especialistas han seleccionado elementos concretos bien conservados de cada una de las cuatro tipologías de figuras –dragones, neptunos, barcos y copas– y han hecho una reproducción virtual en tres dimensiones que servirá de modelo para realizar las nuevas esculturas.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
La única cara de la parte central del tejado donde descansa la gran vuelta que se conserva casi íntegramente / Jordi Play

Rozando la épica por el mensaje

Solo con este recorrido parcial por las obras se hace evidente que la reforma del Portal de la Pau está siendo una actuación muy compleja. En este sentido, el principal hándicap que tendrán que salvar a corto plazo los responsables de los trabajos será la finalización de las tres fachadas principales para la Copa América.

Con solo ocho meses por delante, la gesta está rozando la épica. Si se cumplen los plazos previstos, sin embargo, el mensaje que se transmitirá al resto del mundo en una cita deportiva tan mediática como esta será potente: Barcelona recupera por fin el Portal de la Pau.

Obras de reforma del edificio Portal de la Pau, propiedad de la entidad Portuaria.
Vista exterior de la fachada posterior del edificio del Portal de la Pau engullida por una malla amarillenta y andamios / Jordi Play

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