Tot Barcelona | Notícies i Informació d'actualitat a Barcelona
El espejismo de la primera gran obra de Domènech y Montaner
  • ES

Hay un error que se repite en varios mapas de la Barcelona de finales del siglo XIX. A tocar de la plaza de Cataluña, donde empezaba formalmente la ronda de Sant Pere, aparece un gran edificio identificado como Instituto Provincial. Este inmueble aparentemente ocupaba el espacio delimitado entre esta vía y las calles contiguas de Bailén, Ausiàs March y Bruc, de forma que se extendía por una superficie prácticamente equivalente a dos manzanas de casas del Eixample.

Este gran recinto no solo figura dibujado en muchos de los planos de la época. También aparece en una detallada litografía del autor Antoni Castelucho y Vendrell del año 1882, que muestra una perspectiva aérea de la ciudad con el parque de la Ciutadella en primer término y todavía sin los edificios que se construirían con motivo de la exposición universal del 1888. En este grabado -probablemente elaborado a partir de una fotografía realizada desde un globo aerostático- se puede ver el espectacular recinto de apariencia robusta flanqueando el extremo superior del núcleo antiguo de la capital catalana con una gran vuelta de cañón sobresaliendo del conjunto y levantándose por encima del resto de inmuebles de los alrededores.

Litografía del 1882 donde sale representado el edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Antoni Castelucho (Fondo del Centro Excursionista de Cataluña (CIEGO) depositado al ICGC)
Litografía del 1882 donde sale representado el edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Antoni Castelucho (Fondo del Centro Excursionista de Cataluña (CIEGO) depositado al ICGC)

La escena que nos presentan tanto la litografía como los mapas, sin embargo, no correspondió nunca con la Barcelona real. Este edificio en cuestión nunca llegó a existir, sino que se quedó solo en un proyecto diseñado sobre los planos. El autor del concepto detrás esta obra irrealizada era un joven Lluís Domènech i Montaner, que entonces empezaba a hacerse un nombre entre los arquitectos barceloneses de la época. Lo conseguiría definitivamente solo unos años después de esta construcción fallida con tres piezas que con los tiempos se han convertido en verdaderos iconos del modernismo catalán como la Casa Lleó Morera, el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau.

Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña

El antagonista del edificio histórico de la UB

El encargado de recuperar estos documentos del cajón de sastre que son archivos como el del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña ha sido David Martínez, periodista y autor del popular blog Historias de Barcelona. El hallazgo de este material es la excusa perfecta para sacar el polvo a la historia del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública, unas instalaciones impulsadas por la Diputación de Barcelona con el objetivo de agrupar bajo un mismo techo todos los servicios de enseñanza mediana y superior que se impartían desde el órgano durante la segunda mitad del siglo XIX.

Para poder entender el origen de esta iniciativa hay que remontarse hasta el año 1837, cuando la Universitat de Barcelona (UB) recupera su actividad después de 120 años sin poder ejercer a causa del Decreto de Nueva Planta promulgado por el rey Felipe V el 1719. Durante casi cuatro décadas, la institución pudo ir ampliando poc a poco tanto su número de estudios como de alumnos hasta la inauguración del majestuoso edificio histórico en 1874, obra del arquitecto Elies Rogent y todavía vigente. Fue en este contexto cuando la Diputación decidió abrir en 1877 un concurso de proyectos para la construcción de un recinto de unas dimensiones parecidas al de la UB donde poder concentrar centros educativos entonces dependientes de esta institución como el Instituto de Segunda Enseñanza, la Escuela Normal o la Escuela de Artes y Oficios.

Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña

Un entramado de unidades independientes

Como no podía ser de otro modo, el ganador de este concurso fue Domènech y Montaner, que de la mano del también arquitecto Josep Vilaseca presentaron un proyecto de bella factura que enseguida atrajo la atención de los barceloneses. Según la información recogida por la Fundación Lluís Domènech i Montaner, la propuesta escogida consistía en un entramado de varios edificios de un estilo «ecléctico con ecos centroeuropeos» conectados por grandes patios interiores con galerías porticadas. El cuerpo central del recinto acogía la Academia y la Escuela de Bellas artes que a través de un jardín que daba a la fachada exterior de la calle de Girona comunicaba con la joya de la corona, un gran salón de actos cubierto por la característica vuelta de cañón que se podía apreciar en la litografía de Castelucho y que estaba formada por una estructura de hierro y de vidrio a modo de claraboya.

Tanto el salón de actos central como la Escuela de Bellas artes hacían de nexo de unión entre las tres unidades diferenciadas que conformaban el conjunto, que se podía «concebir aisladamente», leyéndose cada una de las esquinas como una unidad independiente. El ambicioso proyecto, sin embargo, no solo destacaba por su esbelta estructura, sino que también incluía toda una serie de estudios sobre la acústica, la calefacción, la ventilación o el saneamiento de las instalaciones que completaban una propuesta en lo referente a la época y que marcaría el camino a las siguientes obras del mismo Domènech y Montaner.

Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña

Parálisis repentina y posible especulación

El edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública parecía destinado a convertirse en una de las construcciones icónicas de la ciudad. Esto explica por qué figuraba en los mapas de las guías de la capital catalana de la época o en la detallada litografía incluso antes de haber empezado las obras. La cuestión es que todo el mundo daba por hecho que el complejo sería una realidad. Los arquitectos encargados del proyecto llegaron a crear una oficina técnica con una decena de trabajadores y viajaron por varios países europeos con una carta de recomendación de la Diputación para estudiar inmuebles y equipamientos de tipología parecida. De hecho, todavía se conservan varias variaciones de los planos originales que fueron expuestas recientemente en el Colegio de arquitectos de Cataluña (COAC) como parte de la muestra El legado de Lluís Domènech i Montaner y que hasta el próximo 9 de enero se pueden ver al Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) como parte de la exposición gratuita Domènech y Montaner, urbanista.

Sin embargo, el recinto nunca llegó a ver la luz. La Diputación decidió finalmente paralizar la ambiciosa propuesta en 1884, argumentando que las obras tendrían un coste demasiado elevado y que había otras prioridades sobre la mesa. «Es probable que la institución especulara con el solar, vendiéndolo mucho más caro que el precio de compra original para que se hicieran pisos. Con el dinero reservado para el proyecto, la Diputación pudo comprar un solar en les Cortes donde se construyó la Maternidad», señala Claudia Sanmartí, arquitecta y miembro tanto de la Fundación Lluís Domènech i Montaner como de la Agrupación de Arquitectos por la Defensa y la Intervención en el Patrimonio (AADIPA).

Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Planos del proyecto del edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña

El edificio que la ciudad perdió

Los arquitectos llevaron el caso a los juzgados, sin embargo, a pesar de la indemnización que recibieron, la causa quedó en punto muerto y no se llegó a recuperar nunca el monumental complejo proyectado, que quedó reducido a mero papel mojado. «Incluso años después de este fracaso, el edificio seguía en el imaginario colectivo. Incluso los mismos autores lo ponían en sus currículums», asegura Sanmartí, que considera que en aquella época no existía ningún proyecto parecido o de unas dimensiones comparables.

La arquitecta tiene claro que este edificio irrealizado tuvo una influencia clave en construcciones emblemáticas que llevó a cabo posteriormente Domènech y Montaner como el Hospital de Sant Pau, tanto en cuanto a la estructura como a los conocimientos aplicados en acústica, aislamiento térmico e iluminación. A pesar de no conocer los detalles concretos del proyecto definitivo que presentaron los autores, puesto que la documentación ha desaparecido misteriosamente del archivo de la Diputación donde tendría que estar almacenada, Sanmartí está segura que -de haberse construido- el recinto se habría convertido en una obra referente del patrimonio barcelonés, que entonces estaba a punto de vivir una de sus épocas más doradas con la irrupción del modernismo. «Buena parte del edificio es de un estilo arquitectónico clásico, pero, en cambio, proyectan esta cúpula que fuera de estaciones y mercados no era común en la época. El proyecto era muy rompedor y se entrevén los primeros inicios del modernismo», concluye.

Ilustración ficticia donde sale el edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña
Ilustración ficticia donde sale el edificio de Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Domènech y Montaner y Vilaseca / Institucions Provinciales. Fondo: Lluís Domènech i Montaner. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa