Los vecinos más veteranos de la Vila de Gràcia recuerdan un coche aparcado en la plaza de la Virreina, en la esquina entre las calles de l’Or y Torrijos. Eran otros tiempos y tener un vehículo era un logro excepcional porque todavía había pocos ejemplares matriculados en Barcelona. La placa de este pionero llevaba la combinación B-28 y pertenecía al doctor Enric Cera, uno de los primeros facultativos que visitaba a los pacientes en sus domicilios en cuatro ruedas. El coche no estaba aparcado en este lugar por casualidad, sino precisamente porque en ese edificio esquinero residía el médico, quien era un gran entusiasta de los automóviles y precisamente fue socio fundador del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), que presidió del 1926 al 1929. La finca en cuestión se había construido entre los años 1888 y 1914 y consistía en un edificio de estilo historicista con planta en forma de letra L, coronado por dos grandes torres cuadradas con pináculos piramidales recubiertos con escamas de pizarra.
El imponente inmueble fue propiedad del doctor hasta su muerte a finales de 1958. El rastro de los titulares se pierde en este punto, pero ha vuelto a aflorar por sorpresa durante estas primeras semanas de 2025. La plataforma Idealista y la inmobiliaria Engel & Völkers han compartido dos anuncios donde se indica que el edificio está en venta por la nada desdeñable cifra de 4,5 millones de euros. En la oferta se apunta que el arquitecto responsable del diseño de la conocida como Casa Enric Cera no fue otro que el ilustrísimo Enric Sagnier, un extremo que por ahora no ha podido ser confirmado con total certeza. La finca se anuncia como una preciosa construcción con un estilo que recuerda al «neogótico londinense» con planta baja y tres pisos coronados por una galería de arcos. Tiene un total de 27 habitaciones y 15 baños distribuidos entre ocho viviendas y dos locales de restauración que ocupan un total de 945 metros cuadrados.
Protegida como parte del patrimonio de la ciudad
Las diversas plataformas indican que el edificio ha sido objeto recientemente de una reforma para recuperar los elementos ornamentales originales, como son las impostas que marcan los forjados de cada piso, los guardapolvos moldurados de estilo gótico o los prominentes aleros. Cualquier intervención que se quiera hacer a partir de ahora deberá contar con los correspondientes permisos, dado que se trata de un inmueble que figura en el catálogo del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña y que está protegido como bien con elementos de interés por parte del Ayuntamiento de Barcelona. Cabe recordar que esta no es la única propiedad ilustre de este doctor barcelonés, quien también impulsó la construcción de una magnífica torre noucentista de veraneo entre las calles de Vico y Freixa, en el barrio de Sant Gervasi – Galvany. Esta finca erigida en la misma época que la de Gràcia fue proyectada por Sagnier, una de las razones por las cuales se atribuye al arquitecto también el diseño de la casa de la plaza de la Virreina.
