La Generalitat rehabilitará integralmente el Palau de Pedralbes para convertirlo en la segunda sede institucional del Govern. Este lunes el ejecutivo catalán licitará el concurso de ideas para resolver los problemas estructurales y de accesibilidad y la degradación que sufre el edificio, con humedades y diversas deficiencias. El presupuesto es de unos 28 millones de euros y está previsto que el calendario de obras se realice por fases con el objetivo de terminar las obras en el verano de 2030. Tendrá una planta dedicada a espacios de representación, con salas para actos culturales y reuniones; una planta institucional y una para oficinas y despachos.

El Ayuntamiento de Barcelona cedió la titularidad del Palau de Pedralbes a la Generalitat en el año 2019 cumpliendo un acuerdo que databa de 2004. Ese año, las dos instituciones firmaron la cesión a la Generalitat de la finca de propiedad municipal donde se encuentra el palacio y sus jardines y, a cambio, el Govern asumiría dos tercios del costo del Disseny Hub que hay en la plaza de las Glòries, valorados en 58 millones de euros. La cesión se aprobó con el apoyo de todos los grupos excepto Ciutadans, que se abstuvo, y el PP, que votó en contra. Los populares criticaron que el Ayuntamiento no hubiera reclamado a la Generalitat seis millones de euros en sobrecostos del museo que nunca ha pagado.
Una renovación integral
El proyecto de rehabilitación aprobado por el Govern incluye una renovación para el edificio, que sufre una gran «degradación» de la infraestructura, que nunca se ha reformado de manera integral. Las humedades persistentes, especialmente en el sótano, las grietas y diversas deficiencias tanto en el exterior como en el interior hacen necesaria la rehabilitación, que afectará las fachadas y las cubiertas así como el interior. Uno de los grandes retos a resolver en el concurso de ideas es cómo mejorar la accesibilidad de la finca. También se plantea crear un nuevo acceso a la fachada norte para reconvertirla en una segunda fachada principal, habilitar nuevas comunicaciones verticales entre las plantas o mejorar la eficiencia energética del edificio.

La idea de la Generalitat es aprovechar las obras de rehabilitación para hacer una redistribución general de los usos del edificio para que pueda convertirse en la segunda sede institucional del Govern, por detrás del Palau de la Generalitat en la plaza Sant Jaume. También se plantea que pueda acoger grandes actos culturales o reuniones internacionales. Así, la planta baja será para los espacios de representación y tendrá salas para grandes actos y reuniones, la biblioteca, la sala de Armas, la cocina y la capilla del Palacio. La primera planta será la zona institucional, donde habrá un despacho para el presidente de la Generalitat, un espacio de acogida de autoridades y zonas para los diferentes departamentos. La segunda planta acogerá las oficinas administrativas y un espacio para la Unión por el Mediterráneo (UpM), que actualmente ya tiene su oficina en el edificio. El último piso, el más pequeño, tendrá usos residenciales y tendrá habitaciones para invitados institucionales, mientras que la planta del sótano se destinará a las instalaciones y servicios, con salas técnicas, almacenes y vestuarios.


