Llegará un día en que Barcelona verá la Sagrada Familia que Antoni Gaudí había imaginado terminada. El compromiso es firme a pesar de que los últimos detalles del templo vendrán cargados de polémica. Gaudí había diseñado una escalinata central que no tiene espacio en la trama urbana actual. Habría que derribar pisos y los impulsores de la Sagrada Familia no ceden. “No renunciaremos a la escalinata, es el proyecto de Gaudí”. El arquitecto solo pudo dejar hecha una parte muy pequeña de su proyecto, pero consciente de que esto sería así, optó por edificar por partes la iglesia, así podría dejar una fachada terminada que sirviera de ejemplo al resto de arquitectos.
Según explican los cuadernos explicativos oficiales de la Sagrada Familia, Gaudí también pensó que así «sería más difícil que se abandonara la construcción». Por lo tanto, una vez hecha la cripta e iniciada la fachada del ábside, el arquitecto abordó la fachada del Nacimiento, que actualmente da a la calle de la Marina. Esta manera de trabajar ha seguido sin él. Entre los años 1954 y 1977, sus discípulos levantaron las torres y el pórtico inferior de la fachada de la Pasión, el segundo lateral, que da a la calle de Sardenya.

Los hitos arquitectónicos de la Sagrada Familia, año a año
El siguiente hito llega en 2016, cuando se termina la sacristía de poniente, que los arquitectos posteriores han tomado de ejemplo para edificar la segunda sacristía y las torres centrales. En 2021 es el turno de la torre de la Virgen María y su famosa estrella. Y en 2022 y 2023 los operarios terminan las cuatro torres de los evangelistas. Y todos pendientes de 2026, la fecha en que se prevé terminar la torre de Jesús, que elevará el templo a los 172,5 metros exactos. Hasta aquí, porque Gaudí no quería que ninguna obra humana superara la obra de Dios. Montjuïc se detiene a los 177 metros de altura.