El metro de Barcelona soplará sus primeras 100 velas el 30 de diciembre del 2024. Esta fecha marca justo un siglo desde la inauguración de la primera línea de ferrocarril metropolitano en la capital catalana, una efeméride histórica para la cual Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) prepara una gran celebración que se alargará durante buena parte del 2025. Hace unos días, el TOT Barcelona alertaba que los cinco trenes históricos que la compañía restaurará para la ocasión -en concreto unos fragmentos de los convoyes supervivientes de las series 100, 300, 400, 1100 y 3000– no estarían terminados al menos hasta cuatro meses después del aniversario, es decir, alrededor del mes de abril del año que viene.
Ahora bien, este retraso parece que no es el único que arrastra la celebración del centenario del metro. Según ha podido saber este medio, a poco más de medio año de la efeméride, TMB todavía no tiene cerrado el espacio donde se expondrán estos convoyes restaurados, que tienen unas dimensiones considerables y no pueden instalarse en cualquier lugar. La compañía está trabajando para conseguir la cesión de unos terrenos de titularidad municipal ubicados justo delante del pabellón Mies van der Rohe, situado al principio de la avenida de Francesc Ferrer i Guàrdia, donde se tendría que erigir una especie de recinto para resguardarlos si no se quiere que estén expuestos a las inclemencias climáticas. Desde el operador, sin embargo, matizan que esta ubicación es solo una posibilidad y que todavía se tiene que acabar de negociar el acuerdo.
Unas negociaciones fantasma?
La ubicación de estos trenes históricos ha sido objeto de controversia en las últimas semanas. Varias informaciones recopiladas por este medio apuntaban que TMB había mostrado interés en el antiguo Palacio de Comunicaciones y Transportes, inaugurado para la Exposición Internacional de Barcelona del 1929, para poder instalar estos vehículos. Las mismas voces señalaban que estas negociaciones no habían fructificado por las altas tarifas -cerca de un millón de euros- que la Fira de Barcelona pedía para ceder este espacio de cerca de 16.000 m², actualmente conocido como palacio número 1 y ubicado en el recinto de Montjuic.
A preguntas del TOT Barcelona, la organización ferial confirmaba este interés del operador de transporte, pero aseguraba que la falta de entendimiento no había estado motivada por unas altas demandas económicas, sino por una falta de disponibilidad. «La actividad y calendario ferial del recinto está programado para actos cortos y con alta rotación, y no permite bloquear un palacio clave como este durante tanto tiempo», remarcaban. Estas afirmaciones contrastan con la versión oficial de TMB, que niega en rotundo que haya habido ningún tipo de conversación o negociación con la Fira para la cesión de estas instalaciones y que insiste que nunca ha sido una opción sobre la mesa.

En este sentido, es importante subrayar que las dos partes implicadas en este caso son entes públicos y los terrenos en cuestión son de titularidad municipal. TMB es una empresa pública que depende del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y que actualmente tiene como presidenta a la primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet. Por su parte, la Fira de Barcelona es un consorcio formado por el propio consistorio de la capital catalana, la Generalitat y la Cámara de Comercio de Barcelona que combina esta titularidad pública con una «gestión empresarial autónoma», tal como se encargan de especificar en su página web. La organización ferial tiene la concesión de los diferentes espacios e instalaciones municipales que forman parte del recinto de Montjuic otorgada hasta el 2025, cuando se acaba la vinculación entre las partes.
Incógnitas con el coste y el futuro de los trenes restaurados
Con el palacio número 1 de la Feria de Barcelona fuera de la ecuación, sea por un tema de disponibilidad o porque nunca fue una opción real, el siguiente paso será ver si TMB puede cerrar finalmente la cesión de los terrenos ubicados ante el pabellón Mies van der Rohe -que paradójicamente se encuentran en la misma zona de la montaña de la Montjuic y a escasos metros del antiguo Palacio de Comunicaciones y Transportes- y qué coste tiene la instalación de los trenes restaurados en el espacio. Hay que recordar que la puesta a punto de los convoyes ya ha sido presupuestada con un total de 2,1 millones de euros y que los trabajos se alargarán un máximo de diez meses desde la formalización del contrato.
Otra de las incógnitas que todavía quedan por revelar es qué se hará con estos trenes cuando se acabe la conmemoración del aniversario, puesto que esta instalación provisional parece tener fecha de caducidad. Fuentes de TMB consultadas por este medio indican que se está buscando una nueva ubicación para los coches históricos, que hasta ahora estaban conservados en bastante mal estado -como la mayoría de esta parte del patrimonio barcelonés- en las cocheras del Triangle que la compañía tiene en el barrio del Bon Pastor. El resto de vehículos guardados en este almacén -como uno de los tranvías de la serie 501-550, el último ejemplar del viejo funicular de Montjuic, las históricas columnas de hierro del metro del Liceo o varios trolebuses modificados- continuarán en estas instalaciones acumulando polvo y óxido a la espera de poder ser también restaurados.

Exposición fotográfica en el Palau Robert
La restauración de los convoyes antiguos es solo una de las piezas de la programación que TMB prepara de la mano de la Generalitat para conmemorar este primer siglo de historia del metro. Según ha podido saber el TOT, la compañía también está preparando una exposición fotográfica que con toda probabilidad se instalará inicialmente en uno de los espacios del Palau Robert, en el cruce entre el paseo de Gracia y la avenida Diagonal, y que después podría trasladarse a otras salas y localidades metropolitanas.
En paralelo, varias informaciones apuntan que también se estaría trabajando en la edición y publicación de dos libros para la ocasión, uno repasando estos cien años de trayectoria de la red del subsuelo de la capital catalana y otro sobre el papel de las mujeres en la transformación del metro. El operador por ahora no confirma ninguna de estas dos iniciativas, pero tampoco las descarta y apunta que toda la información sobre los actos que tendrán lugar con motivo del centenario se hará pública en breve.
Críticas por el retraso y la oportunidad de oro
Tanto desde la plataforma Transport Català como desde la Asociación Coordinadora Pro Museo del Transporte de Barcelona, la agrupación constituida el pasado mes de febrero con el objetivo de recuperar el proyecto defenestrado del Museo del Transporte, lamentan que el centenario no se haya podido celebrar durante este 2024, el año que le correspondería teniendo en cuenta que se inauguró el 30 de diciembre del 1924, tal como hicieron en Madrid en 2019 para conmemorar el primer siglo de historia de la red de la capital española.
Por otro lado, también consideran que TMB ha sido poco ambiciosa en cuanto a la restauración de los trenes, puesto que ninguno de los ejemplares podrá circular por «motivos de la ley de seguridad ferroviaria», según alegan desde el operador. Un posicionamiento que contrasta por ejemplo con casos como el de la Granota, un tren histórico que se remonta al 1944 y que de manera puntual realiza el trayecto entre las estaciones de les Planes, Sabadell y Terrassa de la línea Barcelona-Vallès de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC).

Ahora bien, donde sobre todo ponen el foco es en la necesidad de evitar que estos convoyes vuelvan a las cocheras del Triangle. Consideran que el centenario del metro es un pretexto perfecto para acabar de impulsar la utilización del antiguo Palau de Comunicaciones y Transportes de Montjuic como sede del Museo de Transporte a partir del 2025, cuando se acaba la concesión del Ayuntamiento otorgada a la Fira.