Las obras del arquitecto Antonio Gaudí son un valor cultural –y turístico– innegable de Barcelona. El salto cualitativo de las casas Batlló o la Sagrada Familia dibujan una silueta urbana única, pero el arquitecto también dejó construcciones diferentes. Es el caso de la Casa Calvet, la primera que Gaudí hizo en la Eixample. Una casa que los expertos consideran más conservadora que otras que diseñó y que, curiosamente, es la única obra del arquitecto con un premio. Según explica la misma Fundación Antonio Gaudí, esta construcción es la única que recibió un galardón; fue el premio a mejor casa del año por el Ayuntamiento de Barcelona el 1900.
Poco después, Gaudí recibió premios como arquitecto por su contribución a la arquitectura. Para citar algunos ejemplos: el 1924, el gobierno español otorgó esta medalla de oro de las Bellas artes por su destacada contribución al arte. Y al poco de su muerte, la UNESCO declaró algunas de sus obras patrimonio de la humanidad. Las primeras a entrar al catálogo fueron lo Park Güell, el Palacio Güell y la Casa Milà. Y el 2005 se añadieron la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la Cripta de la colonia Güell, entre otras.
Cómo es la Casa Calvet
Una de las grandes singularidades de esta construcción es que su fachada está hecha con piedra proveniente de Montjuic. La misma piedra que anteriormente había servido para construir murallas o esculturas. La casa cuenta con balcones forjados con hierro y toques de madera. Y en el interior, diferentes bustos de san Pedro Màrtir y santos del pueblo natal de Calvet. El escudo de Cataluña decora la entrada. Como es sabido, todas las obras de Gaudí incorporan toques catalanistas y religiosos.

Los primeros toques modernistas de Gaudí
Esta construcción es de estilo barroco, pero Gaudí ya incorpora los primeros toques modernistas, que después serán el eje central de su trayectoria y su éxito. En la Casa Calvet ya se intuyen toques que después acabarán de lucir a su madurez artística, en la Torre Bellesguard, el Park Güell, la restauración de la catedral de Mallorca, la Casa Batlló, La Pedrera y, finalmente, la Sagrada Familia. En el caso de la Casa Calvet, estos toques modernistas se pueden ver en la forma curva de las balconadas y en los vitrales que los decoran.
Para acabar, solo una curiosidad: quien lo desee, puede disfrutar de una comida en esta casa en el restaurante de cocina imperial china dirigido por el chef Yihai Zhang.