El Ayuntamiento de Barcelona rehabilitará la cubierta del Canódromo, una joya arquitectónica situada en el barrio del Congreso y los Indianos, en el distrito de Sant Andreu. Según detalla la licitación consultada por TOT Barcelona, el edificio está afectado de «filtraciones y eflorescencias». La oferta pública de contratación que ha lanzado la empresa municipal Bimsa sale a concurso con un presupuesto base de 409.749,25 euros, con el IVA incluido [ver aquí].
Situado en la confluencia de las calles de Concepció Arenal y la Riera d’Horta, fue construido entre los años 1962 y 1963 por los arquitectos Antoni Bonet y Josep Puig. Abrió como canódromo en 1964 y cerró en 2006. En las carreras llegaron a participar hasta sesenta galgos provenientes de una perrera de Santa Coloma de Gramenet.

Según detalla la web Arquitectura Catalana.cat, con una estructura de acero, el edificio consta de dos plantas. «La planta baja se ha planteado como una prolongación del terreno y la planta superior como un objeto completamente separado del suelo que sirve de mirador». Y sobre la cubierta dice que es «frágil e inestable» y «está formada por unos riostras que soportan unas planchas prefabricadas, y queda fijada definitivamente por un tirante en cada extremo».
Desde hace 15 años, el equipamiento es de titularidad municipal y actualmente funciona como «un ateneo de innovación digital y democrática», unos usos que se iniciaron cuando Ada Colau era la alcaldesa de Barcelona. El Canódromo ha sido declarado bien cultural de interés local.
«Sin alterar la imagen general del edificio»
Se prevé que las obras se prolonguen unos tres meses. De momento, las empresas interesadas se pueden presentar a la licitación hasta el 11 de julio. La reforma consistirá en «la sustitución de los acabados de la cubierta y el encuentro entre esta y la fachada, para solucionar los problemas de filtraciones y eflorescencias…, sin alterar la imagen general del edificio», dice la documentación municipal. Mientras se realicen los trabajos, la actividad del equipamiento no se detendrá.

En junio del año pasado, se inauguró la reurbanización de la plaza del Canódromo, largamente reivindicada por los vecinos. Se ha reconvertido en un espacio ajardinado con una gran área de juegos infantiles y un pipicán, entre otras zonas. Con un presupuesto de 3,6 millones, se actuó sobre una superficie de más de 8.400 m², conservando la pista histórica de carreras con tres metros de ancho. Para establecer un nuevo vínculo entre las gradas y la pista, se originó «un trazado curvo con pavimento de saulo que da continuidad al pavimento original». Para ganar espacios de sombra, el Ayuntamiento plantó a finales del año pasado más de un centenar de árboles.