El Pleno de Barcelona ha aprobado definitivamente la Modificación del Plan General Metropolitano que protegerá 839 parcelas de los barrios del Clot y el Camp de l’Arpa. El gobierno lleva adelante un proyecto muy demandado entre el vecindario y que protege el patrimonio de una de cada tres parcelas de estos dos barrios, según ha explicado la primera teniente de alcalde, Laia Bonet. Conseguido el visto bueno del Pleno, ahora debe validarlo la subcomisión de urbanismo de la Generalitat.
El nuevo PGM llega con las entidades vecinales del Clot insatisfechas con el resultado final. Señalan que el proyecto supondrá una «mejora sustancial» para la zona, pero acusan al gobierno de Collboni de poca ambición. «No es el PGM que queríamos, pero, mirándolo todo en conjunto, si antes valorábamos que tenía un 55% de positivo, ahora creemos que tiene un 51%. Así que, a pesar de todo, celebramos que se vote, porque quizás no volvamos a tener una oportunidad para arreglar nuestro patrimonio», apunta al TOT Barcelona el vicepresidente de la AVV del Clot-Camp de l’Arpa, Miquel Catasús.
El proyecto también contempla, según el resumen final que ha hecho Bonet, un potencial de 500 viviendas protegidas nuevas, de las cuales 433 (el 87%) serán de iniciativa municipal. El gobierno de Collboni también señala un aumento de 1.700 metros cuadrados de verde y un crecimiento de más de 7.000 metros cuadrados de suelo para equipamientos. Cifras positivas, sin duda, que los vecinos quieren revisar cuando tengan la letra pequeña del proyecto.
Sin una solución definitiva para el Ateneu
El PGM sigue adelante con los votos favorables del PSC, ERC, Junts y Barcelona en Comú; estos últimos, lamentando que el redactado final pierde capacidad de crear más vivienda asequible. La oposición en bloque también ha lamentado que se haya llegado al día de la aprobación sin haber encontrado una solución definitiva para el Ateneu del Clot, ubicado en una de las fincas que finalmente no estarán afectadas por el planeamiento. En todo caso, el gobierno ha acordado con la propiedad que firmarán una prórroga del contrato, que paga el distrito, para que el Ateneu pueda quedarse momentáneamente en la sede actual.

«Estamos contentos, pero tampoco para tirar cohetes, porque aún dependemos de lo que diga el contrato de alquiler y el convenio con el Ayuntamiento. Nuestro futuro sigue pendiente de la intención que tenga la propiedad y el distrito», apunta a este diario el presidente del Ateneu, Alfons Llopis. Tanto el Ateneu como la asociación de vecinos reclamaban al distrito que expropiara la finca y lamentan que se haya perdido la posibilidad de catalogarla como equipamiento. Según el Ayuntamiento, hay una concesión urbanística concedida en el mandato anterior que impide que esto sea así.
Los grupos del Ateneu respiran sabiendo que no tendrán que marcharse en 2025, cuando se acababa el contrato. Eso sí, el Distrito de Sant Martí, que ya ha pactado el acuerdo, aún no ha firmado el nuevo contrato. Son buenas noticias a corto plazo, pero que no acaban con la inestabilidad crónica que vive el Ateneu. En este sentido, la oposición ha señalado que se ha perdido una «oportunidad histórica», en palabras del concejal republicano Jordi Coronas, para que el Ateneu tenga una sede definitiva. El equipamiento debería ubicarse en la Fàbrica del Plom, actualmente desierta y que necesita reformarse. Pero son muchos dineros y desde el distrito no detallan, por ahora, una fecha definitiva para un posible traslado.