El cierre fugaz del bar Versalles encendió las alarmas en el barrio de Sant Andreu, que ahora vive el futuro del establecimiento con una dosis importante de intriga. El empresario Ferran Ballús, que coge el negocio con el aval de los restaurantes ‘La Madurada a Horta’ y ‘el Carnal’ de Enric Granados, tiene previsto reconvertir el Versalles en ‘La Madurada de Versalles’. La nueva iconografía del bar aparece en un vinilo de grandes dimensiones que rompe con una fachada ahora austera, que durante semanas ha sido tapada por papeles que ocultaban –y que todavía ocultan– el interior del edificio. El nuevo nombre comparte protagonismo con una parrillada y un esperanzador ‘próximamente’. La intención del nuevo prioritario es reconvertir el bar de pueblo en un restaurante especializado en carne a la brasa y, según apuntan algunas voces del tejido asociativo conocedoras del traspaso del negocio, planteará una reforma integral del local.
Los más melancólicos confían que el nuevo propietario sea capaz de reconectar el establecimiento en el barrio, después de unos años en que el Versalles había perdido su magnetismo. La noticia de su cierre –fruto de una mala gestión, según algunos; de un precio de alquiler demasiado elevado, de unos 15.000 euros, según el antiguo propietario– ha golpeado un barrio que, últimamente, avisaba que «Gracia y el Poblenou empezaron así». Es algunos de los mensajes que han lucido estos días a la fachada del Versalles. Otros lamentaban que el bar lo hubiera soportado todo –incluida una guerra– «menos la especulación», y la gran mayoría de carteles pedían mantener un establecimiento «popular» para San Andreu. Estos papeles ya no están y el vinilo avanza lo que será la enésima nueva vida del Versalles.

Petición para hacerlo emblemático
El consejo plenario de Sant Andreu de este martes ha aprobado una propuesta de ERC que insta al Ayuntamiento de Barcelona a declarar el bar Versalles como un establecimiento emblemático. Una propuesta que se trata de una simple declaración de intenciones y que no vallaría el paso de los nuevos propietarios a establecer un restaurante, como así queda claro que harán con las últimas novedades que ha habido.

La mayoría de grupos han defendido el legado del bar Versalles, que vivió sus momentos de esplendor bajo la dirección de la familia Heredero, bastante querida en Sant Andreu. El distrito mantiene que pedirá al departamento de Comercio y de Patrimonio y al Instituto Municipal de Paisaje Urbà que modifique un catálogo que no se actualiza desde 2016.