Varios artesanos del Vallès Oriental ultiman los detalles que configurarán la torre de Jesús de la Sagrada Familia de Barcelona, una obra para la cual se ha contado con escultores y productores de cerámica y vidrio con más de un siglo de experiencia. Esta unión permitirá configurar lo que quizás será el ámbito más emblemático de la basílica más alta del mundo, con una cruz brillante tanto por dentro como por fuera, ya que también servirá de mirador. En la conformación de esta torre, que coronará la basílica, ha sido muy destacada la participación de empresas de artesanía del Vallès, donde cada uno ha aportado su grano de experiencia. Este es el caso, por ejemplo, de Ceràmica Cumella, que lleva cinco generaciones dedicándose profesionalmente a la elaboración de elementos cerámicos.
En el año 1880, Josep Regàs, nacido en Breda, se instaló en la ciudad de Granollers, primero haciendo ollas y cazuelas, y más tarde su hijo, Antoni Comella, reformuló el negocio, trabajando primero con barro y luego con cerámica de alta temperatura, un cambio orientado a la obra creativa y la arquitectura. Ahora, padre e hijo trabajan por encargo, generalmente, con trabajos de restauración de grandes obras de Gaudí, como el Park Güell o la Casa Batlló, entre muchas otras: «El día a día no te deja ver lo que realmente es, pero cuando llevamos piezas y vamos a reuniones en la Sagrada Familia y ves la gente que hay y lo que mueve, te detienes un momento y dices… te sientes contento y orgulloso de estar coronando el edificio religioso más alto del mundo», explica Guillem Cumella.
Un reto sin precedentes
En la elaboración de las piezas que conformarán la torre de Jesús también se ha sumado Cricursa, una empresa de Granollers, casi centenaria y especialista en vidrio curvado, que trabaja con la Sagrada Familia prácticamente desde su fundación. Esta empresa se encarga de elaborar todos los productos de vidrio de la torre. Ya han hecho los cierres de las torres o barandillas interiores y, últimamente, también han fabricado el vidrio de la estrella de la torre de la Virgen María, como proyecto más destacado. Aun así, tal como defiende su CEO, Ferran Figuerola, la confección de la cruz de la torre de Jesús es el proyecto más grande que han asumido. Un proyecto, sin embargo, que también les ha aportado muchos aprendizajes: «Hemos desarrollado una habilidad que no teníamos y que podremos ofrecer a otros proyectos en diferentes aplicaciones», concluye el CEO de Cricursa.
